La compra de los 76.000 metros cuadrados de terreno portuario sobre los que se asienta el Tallerón de Duro Felguera no entran al menos a medio plazo en los planes de la compañía asturiana, que ha solicitado a la Autoridad Portuaria de Gijón una ampliación del plazo de concesión de ese suelo. Una solicitud que se está tramitando en un momento en el que el Puerto ya ha iniciado los trámites administrativos para poder vender los terrenos que tiene en concesión entre El Arbeyal y el Puerto Deportivo, incluyendo los de El Tallerón.

El Club Natación Santa Olaya y Astilleros Armón ya han manifestado su intención de adquirir respectivamente los 13.309 y los 46.728 metros cuadrados que tienen en concesión cada uno de ellos. La compra no es la idea que maneja Duro Felguera, que preferiría un alquiler de esos terrenos con opción a compra, según trasladó a finales de la semana pasada la dirección de la empresa a los representantes sindicales.

De momento, Duro ha optado por solicitar una prórroga de la concesión de ese suelo portuario, que actualmente vence en 2023, así como la legalización y unificación de obras de sus concesiones en la zona de los astilleros, que es donde se ubica Duro Felguera Calderería Pesada (El Tallerón). La solicitud de Duro Felguera se encuentra en periodo de información pública, tras haber sido publicado ayer en el BOE el anuncio con la petición de prórroga de la concesión, anuncio fechado el pasado 2 de junio.

Se trata de la misma fecha en la que el Consejo de Administración de la Autoridad Portuaria de Gijón aprobó la declaración como innecesarios para su actividad de los 136.000 metros cuadrados que suman los terrenos que tiene en concesión al Santa Olaya, Armón y el Tallerón. Una vez que el Estado de el visto bueno a esa declaración, podrá vender ese suelo, como ya intenta hacer con su antigua concesión a Naval Gijón y otros bienes ya desafectados del uso portuario, como su antigua sede frente al Puerto Deportivo o el aparcamiento en Fomento.

El Tallerón, que fabrica fundamentalmente bienes de equipo para la industria petroquímica, cuenta con una buena cartera de contratos, el último de ellos, para una refinería en Bulgaria, anunciado a finales del pasado mes de abril, haciendo que la compañía se disparara en bolsa al tratarse del segundo contrato para una refinería cerrado en el plazo de un mes.