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La Escalerona, de subida y bajada

Los bañistas habituales celebran que los controladores de la playa permitan entrar y salir por la popular escalera 4: "Es una gran decisión"

La Escalerona, de subida y bajada

La Escalerona siempre es un lugar especial, también en tiempos del coronavirus. Tras las quejas de varios bañistas que hacen habitualmente su entrada al Cantábrico para darse su chapuzón diario por ese lugar, los controladores de aforo de los arenales de Gijón han empezado a permitir la entrada y la salida por la popular escalera 4, a pesar de que inicialmente el protocolo municipal indicaba que sólo era para acceder a la arena. Ruperto Iglesias, el gerente de Asata, la empresa encargada de regular la entrada a las playas urbanas de Gijón, lo explica así: "Esto cambia cada día, en función de cómo avanzan las cosas. Puede haber más cambios. Innovaremos en función de los problemas que surjan en el día a día".

A pesar de que los carteles de La Escalerona siguen siendo únicamente de "entrada", uno de los controladores de San Lorenzo explica que se permite tanto acceder a la playa como abandonarla. Para ubicarse, si un bañista se sitúa frente al mar, las escaleras que quedan a su izquierda son las usadas para entrar, y las de la derecha, por tener más cerca las duchas, para regresar al paseo del Muro. Una medida que en jornadas como las de ayer, de poca afluencia por el tiempo nublado, funciona.

Y que gusta a los habituales de La Escalerona como Dimas Vallina. De Langreo, pero vecino de Gijón desde su jubilación hace ya 30 años -tiene 80- es de los que no perdonan el chapuzón en el principal arenal de Gijón. "Menos en Navidad, vengo todos los días. Que ahora se pueda entrar y salir por el mismo sitio es un acierto. Para mí, lo mejor que han podido hacer", apunta el hombre, mientras termina de ajustarse la parte de arriba del chandal, todavía con el pelo húmedo.

María José Paz tiene 53 años. Ayer, como Dimas Vallina, tampoco se saltó el baño en San Lorenzo a eso del medio día. Y eso que soplaba el viento muy desagradable y el sol ni estaba ni se le esperaba. Como su compañero de baños, Paz se congratula de poder acceder y salir por la Escalerona de la playa. "Es una buena medida", apunta esta mujer, que también acude con cierta regularidad a dar brazadas a poco que la meteorología lo permita.

Javier Beltrán, de 63 años, y Ana Cepedal, de 58, también están encantados. "Es lo lógico que se pueda entrar y salir por ese lugar, porque si sube el mar a ver que haces", apunta. "La gente que viene a la cuatro son los que habitualmente vienen solo a bañarse así que es bueno que puedan entrar y salir por el mismo sitio", comenta ella sobre una decisión que se empezó a aplicar esta semana. Para satisfacción de aquellos bañistas que no perdonan el chapuzón diario en el Cantábrico y que para ello acuden a San Lorenzo por La Escalerona, que ahora tiene dos "carriles".

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