La delicada situación económica por la que está atravesando la terminal de minerales de El Musel, Ebhisa, derivada de la caída de tráficos por el cierre de centrales térmicas y la bajada de producción de Arcelor, se va a ver agravada por los daños ocasionados por los sabotajes supuestamente cometidos por los trabajadores de la terminal, cuyos costes ya rondan el millón de euros y que va a ser complicado que los seguros se hagan cargo de los mismos.

El más grave tuvo lugar en la madrugada de ayer, con el incendio en la explanada de Aboño de dos máquinas cargadoras alquiladas por la firma Jofemesa a Ebhisa, modelo Volvo L220, estrenadas en diciembre de 2018 y valoradas las dos en más de 800.000 euros. La Policía está investigando la autoría de este sabotaje, el quinto que se produce desde que estalló el conflicto laboral en la terminal de minerales cuyo accionista mayoritario es la Autoridad Potuaria de Gijón. Ebhisa inició el pasado 4 de mayo un ERTE rechazado por los trabajadores al considerar escaso el complemento que les paga la empresa y la plantilla también ha realizado protestas para exigir que la empresa haga indefinidos a siete trabajadores de contrato relevo.

La quema de estas dos cargadoras se une a la quema de un vehículo de los vigilantes de la empresa, el corte de una cinta de transporte de mineral, el sabotaje en un transformador y el corte de los cables de dos cintas de mineral.

La situación de tensión laboral ha sobrepasado al comité de empresa, que ha condenado los actos de sabotaje que se están produciendo y se puso ayer a disposición de la compañía para lo que precisara. Desde la dirección de Ebhisa se agradeció ese gesto "de algunos miembros del comité", pero se les instó a que se pusieran a disposición de la Policía para que pueda atrapar a los autores de "la práctica vandálica llevada a cabo por personas de la plantilla de la terminal granelera", según fuentes de la dirección.

El gerente de Jofemesa, Joaquín García, calificó ayer de "terrorismo laboral" el incendio de dos de sus máquinas. Jofemesa tenía seis máquinas cargadoras alquiladas a Ebhisa, pero debido a la disminución de tráficos, la terminal granelera prescindió de dos de ellas. Ahora Jofemesa va a poder ponerlas de inmediato a disposición de Ebhisa, lo que impedirá que la actividad de la compañía de El Musel se vea afectada como sí lo estuvo ayer, dado que el incendio de la maquinaria impidió a Ebhisa realizar todas las tareas de carga programadas para ayer. Ebhisa tiene contratada la maquinaria de carga, sin conductor, a Jofemesa, contrato que seguirá vigente durante más de cinco años.

Ayer abandonó la huelga de hambre el último de los cuatro trabajadores que la habían encerrado hace 37 días para exigir la contratación como indefinidos de los siete relevistas, algo que la empresa ha declinado promover.