Carmen y María Jesús Peláez son dos hermanas que ayer, como cientos de gijoneses, aprovecharon la tarde de sol para disfrutar de la playa de San LorenzoLlegaron a las seis y, sobre las siete, cuando el viento ya era incómodo, recogieron la toalla y se encaminaron a su casa. Hasta ahí todo normal. El problema es que escogieron la escalera 12 para salir. Error. Según el plan de aforos de los arenales urbanos de Gijón, dicha escalera es sólo de entrada. "Como no había gente, ni aglomeración, salimos por aquí", apuntaron las dos mujeres tras la primera tarde calurosa con el nuevo sistema de aforos, que generó confusión entre muchos bañistas.
El sistema se basa en la confianza en el civismo ciudadano. Arrancó el 8 de junio, pero hasta ayer, la lluvia y las bajas temperaturas habían reservado la playa sólo para los más valientes. El funcionamiento es sencillo. Hay escaleras de entrada y de salida, mientras que las rampas son de doble dirección. La excepción es La Escalerona, por donde se permite tanto el acceso como la evacuación, tal y como adelantó LA NUEVA ESPAÑA. Asata, la empresa de los serenos, controla con 37 efectivos hasta las 19.00 horas la entrada a las playas urbanas. Su labor solo es informativa, no sancionadora.
Como indicó la alcaldesa, Ana González, todo depende de "la responsabilidad" de los bañistas. "Necesitamos la colaboración de todos", afirmó la primera edil cuando entró en funcionamiento la medida, para que esta no se convirtiera en un brindis al sol. Las hermanas Peláez no fueron las únicas que cayeron en la confusión. Antonio Gómez y Andrea González también emplearon la escalera 12 para salir. "No nos hemos dado cuenta, la verdad. Todo será acostumbrarse", explicaron los dos jóvenes. No fueron los únicos porque, por ese lugar, se formaron por momentos, pequeñas aglomeraciones de personas que querían entrar y coincidían con las que abandonaban San Lorenzo.
Sí hubo ciudadanos que cogieron el guante de la Regidora. Natalia Espina fue una de ellas. Ayer, la mujer acudió a la playa por primera vez en estos tiempos de coronavirus. Entró por la escalera 11 y salió por la 12, tal y como estima el protocolo. "Para que funcione, depende de los usuarios. Ya no somos chiquillos para que nos tengan que ir controlando. Si hacemos lo que nos parece, no saldrá bien", remarcó la bañista. "Cuando se viene a la playa se hace para estar relajado y se suele venir con tiempo. Todos tenemos que adaptarnos a esta nueva normalidad", zanjó la mujer.
Lo que los gijoneses sí han interiorizado es la distancia de seguridad. San Lorenzo ayer registró, sin rozar el lleno, una buena entrada. Visto desde El Muro, la distancia entre toallas parecía la óptima. Así lo comentaban Alicia e Isaac Blanco y Ana Ayuso. Ellos entraron por la escalera 14 y salieron por la 13. Cumplieron. "Hay que respetar y adaptarse. Lo único malo es que no haya duchas", dijeron. Sobre la distancia de seguridad, salieron de darse un chapuzón conformes. "Al no haber tanto barullo, la gente respeta. Veremos qué pasa cuando vengan los de Castilla y los de Madrid", aseguraron. "Si no queremos volver a confinarnos, hay que cumplir", añadieron. Su único "pecado", aunque casi venial, fue que se pasaron unos minutos a quitarse la arena de los pies en la escalera. "Habría que hacerlo en los bancos El Muro", reconocieron tras el primer gran día de playa con el sistema de control de accesos. Una jornada en la que se produjeron los primeros incumplimientos.
La oficina de información turística Infogijón reabrió ayer. Por motivos de seguridad, solo está operativo el punto de La Escalerona, que únicamente atenderá a una persona por vez y lo hará con rampas de entrada y de salida. Por el contrario, el punto de información en el Puerto Deportivo permanecerá cerrado. Los horarios, hasta el 30 de junio, son de 10.00 a 14.00 horas y de 16.00 a 20.00 horas. Del 1 de julio al 13 de septiembre es de 10.00 a 20.00 horas. Si bien, del 11 de julio al 23 de agosto el horario de atención al público se amplia una hora más, hasta las nueve de la noche.
