Roces está de luto. Aurelio Rodríguez, que fuera presidente de la asociación de vecinos "Nuestra Señora de Covadonga", falleció ayer a los 67 años. Su estado de salud era delicado desde hacía tiempo y empeoró repentinamente tras haberse sometido a una operación hace quince días. Ocupó el cargo entre 2008 y 2014, cuando dimitió por desacuerdos con el gobierno local, entonces dirigido por la forista Carmen Moriyón. "Era una persona muy dinámica. Hizo mucho por el barrio", aseguraron ayer desde la entidad vecinal tras enterarse del deceso.

Rodríguez era muy conocido y querido en Roces, donde contaba con muchos amigos. Sin embargo, practicaba una de sus grandes aficiones en la parroquia de Cabueñes, donde tenía una pequeña huerta que cuidada con mimo. Así lo explicó ayer su viuda, Deolinda de Jesús Riveiro, más conocida en Roces por su apodo, Yoli. "Le gustaba mucho dedicarse a su huerta", contó. El matrimonio habría cumplido 50 años de casados el próximo febrero. "Era el amor de mi vida", dijo la mujer desde el tanatorio de Cabueñes, donde reposan los restos mortales del finado. De profesión minero, se dedicó durante muchos años a la construcción, aunque ya estaba jubilado desde hacía tiempo. Accedió a la presidencia de la asociación de vecinos "Nuestra Señora de Covadonga" en 2008. Uno de los miembros de aquel equipo era Pablo Alberto Roces, fallecido hace dos años, en 2018, quien le sucedería en el cargo tras su dimisión en 2014.

La renuncia de Rodríguez se produjo por un desacuerdo con el con el gobierno local de Foro en su gestión de las ayudas para la rehabilitación de manzanas residenciales degradadas. Ese plan se iba a desarrollar conjuntamente con otros similares en el barrio de Jove y Tremañes. El de Roces iba a ser el más caro y el de mayor envergadura puesto que afectaba 722 viviendas de 122 portales. Para que saliera adelante, Rodríguez impulsó una recogida de firmas en Roces. Logró el consentimiento de casi la totalidad de los vecinos afectados. En su marcha, le siguieron gran parte de sus compañeros de la junta directiva. Según contó ayer su mujer, siempre añoró el movimiento vecinal. "Siempre se desvivió por Roces", comentó De Jesús Riveiro, muy apenada.

La actual junta directiva de la Asociación de Vecinos "Nuestra Señora de Covadonga" de Roces se mostró también muy afectada por la pérdida. Fue su tesorera, Josefina Caminos, la que le dedicó unas palabras. Le describió como "una persona abierta, comunicativa y dinámica". "Se introducía fácil en los temas que trataba. Tenía una personalidad sencilla, se entrevistaba con la gente y charlaba con todo el mundo", prosiguió. "Se dedicaba de lleno a la asociación", valoró. Sobre su afición a la agricultura, explicó que era una de sus pasiones. "Le encantaba ir a cuidar de sus tomates. Se entretenía así", añadió una integrante de la asociación que también destacó el papel de Aurelio Rodríguez a la hora de poner en marca las fiestas del barrio.

Un barrio, el de Roces, que le rendirá el último adiós en la iglesia de Nuestra Señora de Covadonga, donde tendrá lugar el funeral hoy, a partir de las 18.00 horas. Rodríguez, además de viuda, deja diez hermanos, así como un buen puñado de amigos que siempre le recordarán por la labor que realizó al frente de la asociación vecinal durante seis años.