El PP urgió ayer al Gobierno regional al redimensionamiento de la Zalia, que en su opinión debe pasar por liberar del plan especial 1,5 millones de metros cuadrados del total de 4 millones adscritos al mismo desde hace 16 años. Los populares abogan por que esa operación se haga con la menor afección a las viviendas existentes en la zona, entre otras cosas, liberando el núcleo rural de San Andrés.

La portavoz del grupo parlamentario del PP en la Junta General del Principado, Teresa Mallada, acompañada por su número dos, Pablo González y por otros miembros del PP de Gijón, visitó ayer la zona reuniéndose con vecinos afectados por el plan especial de la Zalia. El Consejo de Administración de la zona logística decidió, el pasado 27 de enero solicitar al Principado una modificación del plan especial para reducir su superficie, medida que ya había anunciado en 2017 el anterior ejecutivo autonómico.

Los vecinos llevan desde 2012 reclamando ese redimesionamiento para poder disponer libremente de sus viviendas y terrenos, algo en lo que cuentan con el apoyo de los populares, que han hecho sus cálculos y estima que la zona logística no precisa más de 2,5 millones de metros cuadrados y que liberar los 1,5 millones restantes favorece su viabilidad.

Teresa Mallada y Pablo González explicaron ese cálculo. Por un lado, ya está prácticamente concluida la primera fase de la Zalia, de 1,5 millones de metros cuadrados. A esa superficie habría que añadir, para que la Zalia funcione como zona logística y no como un mero polígono industrial, otro millón de metros cuadrados colindantes para la construcción de la futura estación intermodal -cuando se disponga de los 56,2 millones de euros necesarios para la misma- y una zona al norte de la intermodal ligada a la misma, más el suelo necesario para los viales.

La dirigente popular insistió en una idea; que "es excesivo el numero de metros cuadrados que el gobierno del Principado de Asturias tiene hipotecado en este sitio, cuatro millones de metros cuadrados que sabemos que no se van a urbanizar nunca", ante lo que defendió su plan de reducirla "a una extensión que sea claramente abordable, que pueda tener viabilidad en un futuro; finalizar las actuaciones que se están llevando a cabo en ese millón de metros cuadrados, que se están retrasado muchísimo y favorecer a los vecinos, que puedan disponer de sus terrenos para lo que quieran".