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Las concentraciones en el espigón de Poniente fuerzan la intervención policial

La Alcaldesa ordena a los agentes "vigilar exhaustivamente" el dique tras las multitudinarias fiestas de menores sin mascarilla ni distancia

El espigón de Poniente donde tuvieron lugar las concentraciones, ayer, con escasez de bañistas tras los controles policiales. JULIÁN RUS

Máximo control policial en la playa de Poniente para evitar concentraciones como las ocurridas varios días atrás en el espigón de Talasoponiente, donde sin ir más lejos este lunes se dieron cita alrededor de un centenar de jóvenes, la mayoría de ellos menores de edad, bailando, escuchando música y bebiendo sin respetar la distancia mínima de seguridad ni llevar mascarillas. Esa gran reunión, tal y como adelantó ayer LA NUEVA ESPAÑA, derivó en una pequeña trifulca entre varios adolescentes que se saldó con tres de ellos identificados y sancionados por alteración del orden público con importantes multas económicas. Ayer, el goteo de agentes de la Policía Local fue constante durante todo el día para que la historia no se repitiese.

La improvisada fiesta juvenil del lunes -según los testigos ya se habían producido días atrás episodios similares, coincidiendo con los soleadas y calurosas jornadas del fin de semana- continuó una vez que concluyó la intervención policial. Como si el tema no fuese con los concentrados. La imagen revelada por este periódico, con los menores arremolinados a lo largo de todo el espigón, hizo mover ficha ayer al gobierno local liderado por la alcaldesa, Ana González. Desde el Ayuntamiento de Gijón confirman que esas reuniones multitudinarias "son inadmisibles" en plena emergencia sanitaria y es por ello que, de inmediato, el concejal de Policía Local, el socialista José Luis Fernández, dio orden a la Jefatura del Cuerpo para "vigilar exhaustivamente" la zona a primera hora de la mañana.

Dicho y hecho. Ayer martes, cada pocos minutos, una patrulla de la Policía Local recorrió la zona de Talasoponiente para evitar hechos similares a los del lunes. La presencia policial sirvió como disuasión, puesto que ayer no hubo aglomeración de jóvenes en ningún momento de la veraniega jornada, donde se llegaron a registrar temperatura de hasta 22,4 grados.

Los usuarios habituales de la playa de Poniente alertaron además que, desde el viernes por la tarde, decenas de adolescentes se reunieron a diario en el espigón. El por qué no se había dado la voz de alerta hasta el lunes está en que las instalaciones de Talasoponiente, obligadas hace tres meses al cierre forzoso por el covid-19, no reabrieron hasta el inicio de esta semana.

Fue ayer lunes cuando se percataron de la pelea, a las puertas del centro, por lo que llamaron a la Policía Local. "Esa zona está fuera de nuestra concesión y en consecuencia nada podemos hacer al respecto. Lo único que nos compete es cumplir escrupulosamente con todas las medidas sanitarias marcadas para garantizar la seguridad de nuestros usuarios en el centro que hemos reabierto este lunes. De hecho, todos los usuarios se han llevado una grata sorpresa al ver que el uso de las instalaciones es seguro", explicó Ignacio Triana, responsable del grupo Forus que gestiona las instalaciones de Talasoponiente.

La Alcaldesa, por su parte, lleva varias semanas recordando en cada intervención pública la importancia de mantener las distancias porque "el virus sigue ahí". Eso sí, recientemente realizaba "un balance positivo" del comportamiento de la ciudadanía en los principales arenales de la ciudad. "Se ha funcionado bien y los gijoneses y gijonesas lo han hecho con responsabilidad, pero el Ayuntamiento tiene también una responsabilidad que en ningún momento puede eludir", indicó el pasado lunes. En este caso, ha implicado una mayor presencia policial.

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