Poco después de que se localizase el cuerpo sin vida de Yencer de los Santos Germosen, el joven ovetense de 19 años que murió ayer ahogado en la playa gijonesa de San Lorenzo, su familia conoció la terrible noticia después de la angustia vivida durante las siete horas que duraron las labores de búsqueda. "Estamos destrozados, ha sido muy inesperado", relata el tío de la víctima, Antonio Germosen, que confirma a este periódico que los restos mortales de su sobrino serán velados en el tanatorio de Los Arenales de Oviedo.

La familia siguió el operativo de rescate desde la central de salvamento, instalada en la escalera número 12. Con el pasar de las horas la angustia se hacía más evidente y la esperanza de encontrarle con vida se iba desvaneciendo. Junto a ellos se encontraba S. D., la joven de 16 años y vecina de El Berrón, junto a a la que Yencer de los Santos se estaba bañando al mediodía de ayer, aprovechando el soleado día. La corriente próxima a la iglesia de San Pedro les arrastró y pese a pedir ayuda solo pudieron resctarla a ella con vida.

Alrededor de las doce y media de la madrugada, el cuerpo sin vida apareció flotando a la altura de la Escalera 2, conocida popularmente como "la Rampla" y por la que los jóvenes habían bajado al arenal. La forense, Policía Nacional, dos socorristas fuera de servicio y los bomberos estaban presentes durante el levantamiento del cadáver, que se produjo alrededor de la una y media de la madruga.