Conocer el aforo de los locales cerrados y los espacios públicos se ha convertido en una necesidad acuciante en tiempos del coronavirus. Por eso, una empresa de ingeniería de Gijón acaba de diseñar un dispositivo para el control exacto y en tiempo real del número de personas que entran y salen de los espacios. La firma EProgram ha diseñado un "tótem" de control de aforos, una máquina instalada a la entrada de los locales en los que se quiera conocer el número de personas que acceden o que están dentro de él, de manera que los responsables tengan información actualizada al segundo. Como un conteo manual, pero "más exacto y sin tener que disponer de una persona que lo haga", señala Diego Carrasco, responsable de la compañía.
La firma, creada en el año 2012 con un modelo de empresa abierto, transparente y colaborativo, surgió a raíz de una idea de negocio de la mano de un equipo de emprendedores que han diseñado un hardware y un software que permite la monitorización y análisis de consumos. "Como ya teníamos experiencia en el campo de las mediciones, pensamos que en la situación actual debíamos aplicar el conocimiento a otro tipo de conteos", reflexiona Carrasco, apoyándose también en "la filosofía de la empresa de dar soluciones rápidas a los problemas que van surgiendo".
Por eso, en pleno confinamiento se lanzaron a la creación de un dispositivo para controlar el nivel de ocupación de los espacios compuesto por "un sistema de fotocélulas y un controlador que guarda los datos y los muestra en una pantalla: puede ser en el móvil del dueño del negocio o donde el cliente decida para tener información actualizada al momento". El dispositivo es un poste vertical que tan sólo necesitaría una toma de corriente para empezar a funcionar. A la fácil adaptación se suma también la posibilidad de personalizarlo para cada negocio: en principio bares, restaurantes, discotecas, tiendas y supermercados, gimnasios, farmacias, bancos y oficinas públicas, hoteles, cines, teatros y museos. Pero los emprendedores de EProgram ya están diseñando un dispositivo de menor tamaño para controlar los accesos a espacios abiertos como las playas. En este caso, los datos de aforo se podrían trasladar a la nube para hacerlos accesibles a través de una aplicación en dispositivos móviles.
El "tótem" medidor de los gijoneses ya funciona en la sede de Impulsa en la Milla del Conocimiento, y además del aforo máximo y actual también mide el tanto por ciento sobre el máximo, las indicaciones de paso seguro a los usuarios y la temperatura y humedad ambientales. La solución "es económica y accesible, con un funcionamiento sencillo", amén de abrir grandes posibilidades para las empresas en el control, por ejemplo, de la ocupación de los comedores de personal o vestuarios. Además "sus costes son reducidos frente a sistemas manuales como vigilantes o soluciones más costosas como las cámaras, garantizando la privacidad del cliente", reflexionan en la empresa.
Y los gijoneses están en disposición de producir e instalar tantos como se vayan necesitando. De hecho, "estamos teniendo una gran demanda, hay mucho interés porque hay mucha necesidad de conocer cuánta gente entra o sale de los locales en la circunstancias actuales", apunta Diego Carrasco. Un campo de oportunidades generadas por la pandemia, a la espera de que todo vuelva poco a poco a la normalidad.
