El Principado va tomar los niveles de contaminación en El Lauredal como referencia para decretar alertas por contaminación, tras sustituir la unidad móvil ubicada allí por el Ayuntamiento por una estación fija de medición de la calidad del aire de la red oficial del Principado, algo que se producirá, como pronto, a principios del año que viene. El Gobierno regional atenderá así a una larga reivindicación de los vecinos de la zona oeste, ante el elevado número de días con mala calidad del aire en El Lauredal sin que esas mediciones sean tenidas en cuenta por no estar tomadas por una estación de la red oficial.

La viceconsejera de Medio Ambiente del Principado, Nieves Roqueñí, anunció ayer el inicio de la tramitación administrativa para adquirir la futura estación de control de El Lauredal, que costará previsiblemente más de 100.000 euros.

La decisión obedece al estudio encargado por el Principado al Insituto de Salud Carlos III, que ya ha entregado un borrador sobre la red de control de calidad del aire en Asturias, en el que propone una estación para El Lauredal, desmantelar la de la avenida de los Hermanos Felgueroso por no cumplir los requisitos de emplazamiento y mover unos metros de la Montevil para obtener datos representativos del tráfico en la zona.

Hasta ahora, las alertas por episodios de contaminación -que según la gravedad pueden implicar desde medidas informativas hasta de restricción del tráfico o de paralización de actividad industrial- se basaban en las mediciones de la estación de control de la Avenida de la Argentina, donde no existe el problema de contaminación que tiene El Lauredal.

El Principado descarta trasladar a El Lauredal la estación de la avenida de los Hermanos Felgueroso, ya que por su antigüedad "se nos desharía", apunta la viceconsejera. Lo que sí estudia es aprovechar los equipos de medición de la que se va a desmantelar en una estación que contará con los medidores de todos los contaminantes, incluido el benceno.

La implantación de esta estación forma parte de un plan de actuación a corto plazo para reducir la contaminación en la zona oeste de Gijón, puesto en marcha por el consejero de Medio Ambiente, Juan Cofiño, en base a los elevados niveles de contaminación detectados por las unidades móviles del Ayuntamiento en El Lauredal y del Principado en Jove.

El Principado ya ha comunicado esa decisión a la Autoridad Portuaria y a las industrias de la zona oeste, con las que va a mantener reuniones para pedirles medidas para minimizar sus emisiones contaminantes. La primera de esas reuniones la mantuvieron ayer la viceconsejera, técnicos de la consejería y el concejal de medio ambiente, con el presidente y varios directivos de la Autoridad Portuaria, en la que les dieron un plazo de dos semanas para que el Puerto les presente sus propuestas para reducir la contaminación en la descarga y acopio de graneles sólidos y en el tráfico pesado.

Futuras reuniones por la contaminación

La siguiente reunión será con ArcelorMittal, que tiene pendiente la ejecución de inversiones para reducir la contaminación, entre otros focos en los sinter, principal origen de los altos niveles de polución que sufre El Lauredal. También habrá encuentros con EdP y con Tudela Veguín. El plazo para implementar las medidas será de año y medio o dos años.

El plan tendrá que estar aelaborado en septiembre y aprobado en noviembre tras un periodo de información pública. Una de sus patas será la elaboración de un protocolo de alertas específico para el oeste de Gijón, que activaría el Ayuntamiento tomando medidas en materia de tráfico en episodios de contaminación, mientras que las restricciones a la industria quedarán en manos del Principado.

El concejal de medio ambiente, Aurelio Martín, informó ayer del proyecto a la federación de vecinos que recibió con agrado la implantación de la estación en El Lauredal pero con escepticismo: "¿Cuántos planes llevamos ya? Ni pusieron cámaras de vigilancia de las industrias, ni más inspectores, ni más policía ambiental, como ya habían comprometido", apuntó José Luís Rodríguez Peón, portavoz de medio ambiente de la FAV.