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Los colegios piden más medidas para la seguridad de sus alumnos

Crear carriles bici e impulsar los "pedibús", las propuestas de los centros, que alaban eliminar aparcamientos y bajar la velocidad

Los colegios piden más medidas para la seguridad de sus alumnos

Una "buena idea" pero que necesita de otros complementos para que realmente sea efectiva. La decisión del Ayuntamiento de poner en marcha medidas para suprimir los aparcamientos en las proximidades de los colegios de la ciudad y limitar la velocidad a 30 kilómetros por hora en las mismas zonas ha sido acogida con entusiasmo por parte de los centros en los que se aplicarán estas propuestas en primer lugar, pero coinciden en arropar esas ideas con peatonalizaciones, carriles bici e impulso de los "pedibús" (rutas desde el autobús hasta los colegios supervisadas por adultos).

El Miguel de Cervantes, Lloréu, Los Campos, La Escuelona, Clarín, El Piles y el IES El Piles son los primeros que se beneficiarán de estas medidas, dado que son los que llevaban ya algunos cursos trabajando sobre los itinerarios escolares seguros. También son centros especialmente preocupados por la adopción de soluciones que faciliten la circulación segura de los escolares a pie y en bici, de manera que se minimice la utilización de los vehículos particulares a la entrada y salida de los alumnos. "Es una buena medida, pero no la única", concluye Julio Fernández, director del colegio El Piles.

El centro, de hecho, ha dedicado el tiempo de confinamiento a dar forma a un proyecto educativo para potenciar la asistencia a clase con seguridad y sin contaminar el entorno, por lo que restringir el tráfico y el aparcamiento en sus alrededores se concibe más bien como un "complemento" a otro tipo de actuaciones como "peatonalizaciones, carriles bici e itinerarios a pie seguros", recuerda el director de El Piles. Y el centro escolar lleva años trabajando en esta línea, con experimentos como la creación de grupos para acudir a clase por diferentes rutas a pie o en bici, acompañados por profesores voluntarios o padres.

El Ayuntamiento se puso en contacto con el centro hace unas semanas para abordar la reorganización del entorno rodado, si bien "será complejo", reconoce Julio Fernández, porque "estamos en una zona de mucho nudo de tráfico importante", tanto hacia La Guía como hacia El Molinón, y "la conciliación para tener unos accesos saludables al colegio requerirá decisiones que llevarán tiempo", pronostica el director, con "todo el ánimo de colaborar".

En La Escuelona, su directora, Carolina Díaz, pone el acento en otro tipo de medidas, como la creación de carriles bici en el entorno del colegio para que los niños puedan usar este medio de desplazamiento si lo desean. "El más cercano está en la avenida de El Llano, y no hay ningún carril que conecte con la avenida de Schultz, por lo tanto no podemos hablar de que sea un trayecto seguro". En el mismo sentido, los padres del centro reclamaban apoyo hace tiempo para poner en marcha los "pedibús", los grupos de niños acompañados por un adulto voluntario a los que ahora se quiere dar un impulso. La cuestión del aparcamiento no preocupa demasiado en La Escuelona porque "son contados los padres que traen a los niños en coche", asegura Díaz. Además "estamos en una calle en la que no es posible la doble fila porque no hay sitio", recuerda, convencida de que "en otros centros sí que será verdaderamente útil".

Para la directora de El Lloréu, Ángeles Nieto, "es una buena noticia puesto que significa la continuidad de un importante trabajo realizado al respecto". Además, en esta ocasión "se retomará buscando objetivos más amplios, dinamizando la propuesta y contando con un apoyo de acompañamiento en los desplazamientos, algo que valoramos muy positivamente y que siempre habíamos trasladado a los responsables del programa, pues lo consideramos básico para que realmente el proyecto tome vida y continuidad", asegura.

Y añade que la ampliación del proyecto a entornos escolares seguros "supondrá un importante paso adelante en la mejora del entorno físico del colegio y en determinados puntos de sus alrededores que se estimen precisos, lo cual será positivo para el barrio".

El colegio Cervantes es de los más concienciados con el uso de la bici y de las rutas seguras a pie, y por eso "nos parece una idea muy buena; ya estamos pensando cómo integrarlo en la programación de centro y viendo la forma de implementarlo en los proyecto para llevarlo a cabo", sostiene Geles García, veterana en la aplicación de soluciones innovadoras.

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