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Un letrado comprometido con el republicanismo que hizo a Gijón protagonista de su vida

Fallecido a principios de 2019 a los 79 años, recogió aspectos del presente y el pasado de su ciudad natal en varios libros y en cientos de artículos publicados en LA NUEVA ESPAÑA

Francisco Prendes Quirós. Á. GONZÁLEZ

Todo Gijón le recuerda de paseo. Con su bastón, su perro, su sonrisa y una palabra amable para cualquier interlocutor que se topara por el camino. No eran pocos, más bien al contrario. Andar por su Gijón del alma era una de las grandes pasiones de Francisco Prendes Quirós. Solo la muerte, el 17 de enero del año pasado, impidió que Paco Prendes, como le llamaba casi todo el mundo, siguiera dando esas caminatas que activaban tanto su cuerpo como su mente. Y que le mantenían con los pies y la mente anclados en la ciudad a la que dedicó sus horas como letrado, sus relatos como escritor, sus estudios como cronista y sus reflexiones como articulista, durante años en las páginas de LA NUEVA ESPAÑA.

Gijón fue motor de vida durante sus 79 años para quien también ejerció de político durante una breve pero intensa etapa de su trayectoria profesional y de republicano comprometido de principio a fin de su trayectoria vital. Nacido el 13 de noviembre de 1939 en El Bibio es desde ayer, a falta de ratificación plenaria, pero con consenso político, hijo predilecto de su ciudad natal. Así lo han decidido los portavoces municipales en una reunión especial por el día de San Pedro, patrón. Su figura quedará para siempre fijada en la historia de ese Gijón que él convirtió en personaje principal de libros como "Las mil caras de la ciudad madre" o "Los pilares de Gijón". No hace mucho, al cumplirse el primer aniversario de su muerte, la familia de Prendes Quirós donó al Ayuntamiento más de un centenar de documentos y archivos que sobre la historia de la ciudad había recopilado el abogado a lo largo de décadas. Sus hijos y su esposa, la exconcejala socialista Carmen Veiga, -con quien se casó en 1970- regalaron al concejo con ese legado la muestra del amor que Prendes Quirós tenía por el lugar que le vio nacer y le vio morir.

Casi todo lo importante de su vida tuvo lugar entre los límites de la villa que ahora le rinde tributo como uno de sus hijos predilectos. Su educación como niño se desarrolló entre las aulas del colegio Santo Ángel y las de la escuela de doña Pepita Sierra en la calle Santa Lucía. Luego sería alumno de los jesuitas y estudiante de Derecho, que no era precisamente su idea, con Fermín García-Bernardo. Su carrera profesional la comenzó, tras cumplir en Mahón con el servicio militar, como fiscal sustituto aunque no tardó en abrir bufete en la calle Corrida. Sus últimas gestiones profesionales las hizo en el despacho de la calle Instituto que había empezado a desmontar para jubilarse cuando le sobrevino la muerte.

En el ámbito político, Prendes Quirós se estrenó en Democracia Socialista Asturiana, pero se le recuerda como el hombre fuerte en Asturias del Partido Socialista Popular de su amigo Enrique Tierno Galván. El PSP acabó integrándose en el PSOE y como representante socialista el abogado gijonés se incorporó en 1978 al Gobierno asturiano de Rafael Fernández como secretario general. Fue miembro del Consejo regional hasta 1980. En las primeras elecciones generales tras la vuelta de la democracia, Prendes Quirós encabezó la candidatura del PSP de Asturias al Congreso de los Diputados. No salió elegido.

Su etapa como político "profesional" fue breve, pero la política siempre estuvo en la primera línea de su pensamiento. Su mayor compromiso con los principios republicanos fueron una de sus marcas de identidad. Fue fundador y presidente del Ateneo Republicano y la bandera tricolor cubrió su féretro cuando su Gijón le dio el último adiós.

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