La Casa Paquet de Cimadevilla no será el albergue de peregrinos que había dejado en marcha el anterior gobierno forista de Carmen Moriyón, pero ello no supone que Gijón renuncie a tener un nuevo espacio que dé cobijo a los viajeros que han convertido el Camino de Santiago en ruta religiosa y potente atractivo turístico. El gobierno de Ana González ha girado la mirada hacia la zona oeste de la ciudad para fijarla en Vicasa. El edificio que ocuparon las oficinas de la firma Vidrieras de Castilla S.A como heredera del histórico Gijón Fabril tiene ahora mismo todas las papeletas en el interés municipal para transformarse en el espacio de referencia en Gijón para los peregrinos. En la actualidad, y desde hace años, es una parte del camping de Deva el alojamiento que se oferta como albergue para los caminantes que quieran hacer parada en el concejo.

Con entrada por la calle de Las Industrias, el edificio da la espalda al complejo de salas de cine y ocio que hay en La Calzada. Muy cerca del apeadero de tren del barrio y en una zona de influencia del tramo del camino que pasa por Gijón. La idea es reconvertir parte del inmuele en albergue aunque antes será necesaria alguna reforma estructural por problemas en el subsuelo de la zona que se han dejado notar en los últimos tiempos. Y el acondicionamiento interno correspondiente. Sin llegar al pasado de palacete burgués de la Casa Paquet, Vicasa también es un edificio singular de la ciudad al dar testimonio de la memoria industrial del barrio de La Calzada.

Vicasa es un inmueble de propiedad municipal desde el año 1993 a partir de un acuerdo plenario aprobado en mayo y vinculado al proyecto de compensación de la unidad de ejecución UA-99, la de Gijón Fabril. En noviembre de ese mismo año, el Ayuntamiento hacía una cesión de uso en precario del inmueble a los sindicatos Comisiones Obreras (CC OO) y UGT con la obligación de dedicar esos espacios a acciones de formación profesional ocupacional. Todo ello en el marco del Plan Nacional de Formación e Inserción Profesional de aquellos años. Los acuerdos los firmó el entonces alcalde, Vicente Álvarez Areces con, por un lado, Francisco Prado Alberdi y Emilio Huerta "Triqui", en representación de Comisiones Obreras y, por otro, Justo Rodríguez Braga y Eduardo Donaire, por UGT.

A finales de 2017, el gobierno de Carmen Moriyón "desalojó" del inmueble a UGT al entender que incumplía el convenio original al no estar desarrollado cursos formativos en ese centro. No se dieron por buenas las alegaciones del sindicato asegurando que esa interrupción temporal de la labor formativa no incumplía con lo conveniado a principios de los noventa. En el caso de Comisiones Obreras la actividad se ha mantenido hasta este mismo mes de junio a través de cursos de Forem y de su servicio de orientación laboral. Los nuevos espacios que el sindicato tendrá en la Casa Sindical de Sanz Crespo en breve les permitirá centralizar allí todas su actividad. Algo que abrió la puerta a que el Ayuntamiento haya podido recuperar sin problemas el control sobre todo el edificio de La Calzada y plantearse un nuevo uso.

Si el proyecto de Vicasa cristaliza sería La Calzada la alternativa a Deva para los peregrinos. Las estadísticas municipales en materia de turismo reflejan que el año pasado se alojaron en ese lugar 1.337 personas. Seiscientos menos que el año anterior, 1.300 menos que hace dos años y la peor cifra desde 2011. La oposición municipal, a lo largo de estos meses y con la vista puesta en al próximo Año Xacobeo, no ha parado de reividicar un mayor compromiso del actual gobierno con esta línea de gestión turística. Compromiso que ellos consideraban se tenía que centrar en la apertura de la Casa Paquet como albergue. El actual gobierno local de Ana González ha rechazado esa ubicación al entender que no cumple con los criterios de accesibilidad.