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El Acuario prepara su mayor ampliación

La empresa que gestiona el centro entrega un ambicioso plan de obras al Ayuntamiento para la mejora de casi todas sus instalaciones

Una vista del Acuario de Gijón. MARCOS LEÓN

El Acuario de Gijón prepara la mayor reforma de su historia. El equipamiento, que abrió sus puertas en 2006 y cuya gestión está cedida a la empresa Grupo Rain Forest, la misma que controla el Bioparc de Valencia, proyecta mejorar sus instalaciones y ya ha puesto encima de la mesa del gobierno local un borrador con las futuras obras. José Maldonado, propietario de la firma gestora, así como el actual director del Acuario, Alejandro Beneit, mantuvieron el pasado viernes una reunión con la alcaldesa, Ana González, el concejal de Medio Ambiente, Aurelio Martín, y varios técnicos municipales para transmitirles unos planes que cambiarán considerablemente las prestaciones del edificio de Poniente en el caso de que Consistorio los considere viables, más allá de la ampliación del pingüinario, anunciada hace tiempo. "El futuro del Acuario depende en gran parte de estas obras", apuntan las fuentes consultadas por este periódico.

El Acuario cuenta actualmente con una muestra de 4.000 animales pertenecientes a 400 especies diferentes. Unas cifras que los gestores del centro consideran escasas en comparación con otros similares de diferentes ciudades de España. El número de seres vivos a exponer podría aumentar considerablemente en el caso de los planes que proyecta la empresa concesionaria lleguen a buen puerto. Tanto los representantes de Rain Forest como el Ayuntamiento han acordado volver a encontrarse hacia finales de mes para seguir discutiendo la futura reforma. "Se trata de un proyecto atractivo", apunta un conocedor de la obra que se está gestando en el centro, un gran reclamo turístico.

Uno de los asuntos que se discutió en el encuentro fue el plan de obras que la empresa concesionaria suscribió en el pliego de condiciones cuando se hizo cargo del Acuario en 2018. La firma de Maldonado adquirió la gestión del Acuario durante 15 años prorrogables a otros cinco. Entre otros asuntos, mejoraron sustancialmente el canon que pagaban los anteriores titulares del equipamiento, Aquagestion, que desembolsaban 5.000 euros anuales. Según el pliego de condiciones, esa cifra se elevó hasta los 119.000 euros.

La zona de pingüinos es uno de los equipamientos que la empresa pretende mejorar, como anunció desde un primer momento. Los tres ejemplares de aves marinas que había en Gijón cuando Rain Forest se hizo cargo del equipamiento eran ya uno de los principales reclamos del Acuario. La dirección que encabeza Alejandro Beneit tomó la decisión en verano del año pasado de buscarles un lugar más adecuado para vivir al no tener espacio suficiente y al no poder albergar una colonia lo suficientemente numerosa como para que socializaran adecuadamente.

La firma anunció que pretendía construir el pingüinario "más espectacular del país". Inicialmente, iba a contar con 2.000 metros cuadrados de superficie y ocho metros de profundidad. La instalación iba a abrir sus puertas antes del año 2022. El objetivo era lograr que ese nuevo equipamiento reconstruyera imágenes de la naturaleza de la forma más fidedigna posible.

Pero los problemas de espacio en el Acuario no solo afectan a los pingüinos. Antes del confinamiento, los gestores del centro también tenían previsto donar varios ejemplares de crías de tiburones de punta blanca, que, sin ser una de las especies de mayor tamaño -no suelen superar los 1,6 metros- no contaban con el espacio suficiente para desarrollarse con comodidad. Iban a ser acogidas en Valencia y en Lisboa. Ahora, la intención de Rain Forest es llevar a cabo una gran ampliación en buena parte de las instalaciones, con dos objetivos fundamentales: que el equipamiento diversifique su oferta a los visitantes y que los animales cuenten con mejores condiciones.

El Acuario reabrió sus puertas tras el estado de alarma el pasado 30 de mayo con reserva previa, que se debe solicitar de forma telemática. Gran parte de la plantilla fue sometida a un ERTE durante el confinamiento, pero continuaron trabajando 17 empleados durante ese período.

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