Los festejos programados para este verano en Gijón están casi al completo en el aire y esperan una autorización "in extremis" en los próximos días del Gobierno regional de Adrián Barbón. Hasta que el Principado no arroje algo de luz, el Ayuntamiento no sabrá si las medidas restrictivas impuestas hasta ahora son suficientes. Habiendo mermado ya la Semana Grande, que se quedará sin Noche de los Fuegos -el equipo de gobierno explica no haber encontrado una alternativa "factible" a la pirotecnia-, pero también sin conciertos en Poniente ni la Plaza Mayor, tampoco queda claro si el resto de alternativas previstas podrán salir adelante. Es el caso de los conciertos repartidos por diferentes puntos de la ciudad, un programa adelantado por LA NUEVA ESPAÑA.

Ya se ha cancelado, tal y como informó también este diario, lo que se intuía que podría dar problemas como, por ejemplo, el escanciado multitudinario de la Fiesta de la Sidra Natural -que borra también los cancios de chigre y la degustación en la Plaza Mayor-. Pero la resolución publicada el pasado viernes por el Principado, en realidad, podría poner en riesgo casi cualquier evento si se interpreta de forma estricta y hasta que el Ayuntamiento no tenga una autorización expresa no puede ni siquiera anunciar su plan de actividades.

La resolución del Principado tilda como eventos de "alto riesgo" los que permitan que los usuarios estén de pie y en movimiento y los que atraigan a pacientes con patologías crónicas, entre otras recomendaciones y, aunque en principio el Ayuntamiento sí confía en que las citas al aire libre y con aforos controlados puedan salir adelante, sigue pendiente de detalles técnicos y dudas que no logran aclaran. Estaba previsto que desde Divertia se hubiese podido presentar toda la programación veraniega la semana pasada pero, viendo que desde la capital el Gobierno anunciaba un consejo de expertos para validar o no cualquier evento, tuvo que aplazar la cita. Se espera que la decisión de Salud (en última instancia será el consejero Pablo Fernández el que tenga que dar el visto bueno a cada una de las propuestas) no se dilate más allá de esta semana, porque algunos proyectos planeados iban a arrancar de forma inminente y corren el riesgo de sumarse a la lista de fiestas anuladas.