La playa de San Lorenzo amaneció ayer con manchas de carbón en la orilla concentradas entre la Escalerona y la escalera 5, lo que motivó la intervención del servicio de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Gijón para recoger muestras en la zona con el fin de determinar el origen de las mismas. Los nuevos restos de mineral en el principal arenal gijonés han motivado la reacción del PP, que exigió "más gestión" al gobierno local en todo lo que tiene que ver con San Lorenzo, "la gran joya medioambiental de Gijón y el principal reclamo turístico", señaló la edil Ángela Pumariega.

Las muestras recogidas, en cuanto se tuvo constancia de los restos de carbón, fueron remitidas al Instituto de Ciencia y Tecnología del Carbono (INCAR), que serán los encargados de confirmar la procedencia, aunque pocos gijoneses habrá ya que crean que esas manchas provienen del Castillo de Salas, el buque hundido en 1986 frente al cerro de Santa Catalina.

Desde el PP piden al gobierno local que "se deje de estudios que no derivan en ninguna actuación concreta" y lleve a cabo una mayor gestión del problema para conocer el origen de esas manchas. La playa de San Lorenzo "requiere el máximo cuidado y atención, más si cabe en un verano tan atípico debido a la emergencia sanitaria", advirtió Pumariega.