En libertad pero sin poder entrar en Gijón. Esa es la medida cautelar que ha impuesto el juez al hombre investigado por violar a su hijastra durante nueve años. Los hechos, tal y como adelantó hoy LA NUEVA ESPAÑA, fueron denunciados el pasado miércoles por la afectada, ahora de 15 años. Posteriormente fue detenido por la Policía Nacional. Ahora, el investigado, de 31 años, natural de un país caribeño aunque residente en Villaviciosa y con antecedentes, vuelve a estar en libertad.

La traumática experiencia que la víctima relata comenzó supuestamente a producirse cuando la joven tenía apenas cuatro años, siempre según la denuncia presentada el pasado miércoles en Gijón. Como suele ocurrir en estos casos de pederastia, el presunto agresor comenzó ganándose la confianza de la hija menor de su pareja sentimental. De ahí empezó a realizar los primeros tocamientos esporádicos sobre la niña, que por razones de edad y desconocimiento de los hechos nada sospechó ni compartió con nadie. Esos abusos sexuales se fueron sucediendo con cierta periodicidad, y ampliando en el tiempo conforme la niña se hacía mayor.

Los tocamientos practicados por este individuo, natural de un país de caribeño pero afincado en Asturias desde hace años, fueron a más con el tiempo, al punto de comenzar a consumar el acto sexual en múltiples ocasiones. La denunciante seguía sufriendo en silencio estos abusos sexuales, que según su versión se prolongaron durante nueve años, en concreto de los cuatro a los 13 años. Fue entonces cuando optó por revelar todo lo que estaba ocurriendo a un familiar. Eso motivó que la niña dejase la casa en la que vivía con él y con su madre, para instalarse en Gijón con unos familiares, lejos del calvario que relata en su denuncia.

Con la ayuda de familiares y amigos, su entorno próximo y de confianza, la menor logró sacar fuerzas para denunciar en Comisaría lo que estaba ocurriendo desde hacía años.