Alejandro Gallo, escritor y jefe de la Policía Local de Gijón, describió ayer a Petros Márkaris (Estambul, 1937) como uno de los tres mosqueteros de la novela negra mediterránea. Los otros dos son los fallecidos Manuel Vázquez Montalbán y Andrea Camilleri. El creador de Kostas Jaritos se ha convertido en el patriarca de una corriente con características propias dentro de la literatura negrocriminal. Acaba de publicar "La hora de los hipócritas" (Tusquets), en la que su sabueso asciende a comisario y al grado de abuelo. Las medidas por el covid-19 le impidieron ayer viajar desde Atenas a Asturias, pero participó en la "Semana negra" mediante una conversación telemática con Gallo. Y dio la clave del tipo de novela que le gusta y escribe: "Interesa el porqué, no quién es el asesino".

Márkaris, que también incluye en la novela negra mediterránea a un autor como el marsellés Jean-Claude Izzo, cree que se han abierto distancias entre la escritura que han defendido él, Vázquez Montalbán o Camilleri: "Estoy un poco desilusionado con los jóvenes novelistas; veo que están más concentrados en la trama policiaca, en quién es el asesino, y menos en el ámbito político y social". Para el "padre" de Jaritos, la novela negra es la "novela sociopolítica de nuestra época". Y enlaza con títulos de Víctor Hugo, Balzac, Zola, Dickens o Dostoievski. Ahí están las narraciones que dedicó, sin prescindir de su investigador, al drama de la crisis griega tras la Gran Recesión de 2008.

"No podía permitirme perder mi voz de superviviente; y ahora, con el coronavirus, ocurrirá lo mismo", explicó Márkaris. Dicho de otra manera: "Jaritos continuará investigando como policía". Una buena noticia para los muchos admiradores de este detective que, así lo declaró ayer su creador, no se convertirá en un "burócrata" pese a su ascenso policial. "Él sigue luchando contra el crimen y buscando a los culpables", añadió el novelista.

"La hora de los hipócritas", cuya primera edición española lleva fecha del pasado abril, es decir, en pleno confinamiento por el covid-19, parte del asesinato de un famoso empresario por un extraño grupo terrorista. Jaritos debe arrojar luz sobre este y otros crímenes. Y, de paso, mostrar los entresijos socioeconómicos de un país destripado por las políticas "austericidas" que siguieron a la crisis financiera de 2008.

"Publiqué esta novela antes del covid-19, pero creo que las consecuencias de la pandemia para la economía y los asalariados van a ser las mismas ahora que entonces", pronosticó el escritor. En "La hora de los hipócritas", Márkaris trenza su historia a partir de dos voces narrativas: la de Jaritos y la de un amigo del policía. "A través de esta último cuento lo que le pasa a la gente", aclaró el novelista.

Alejandro Gallo, colaborador además de LA NUEVA ESPAÑA, donde ejerce la crítica de novela negra, preguntó a Márkaris por la vena trufada de humor que recorre algunos tramos de "La hora de los hipócritas". "Bueno, al final del libro se ve que es una reacción desesperada", respondió el escritor. ¿Una historia de Jaritos en tiempos pandémicos? Márkaris no va a tirar la toalla.