El detector de metales de Iván Villar empezó a emitir ayer pitidos extraños en mitad de una concurrida playa de San Lorenzo. Él ya se iba para casa, pero nunca antes había escuchado a su aparato sonar tan fuerte y le pudo la curiosidad. Se puso a excavar y a la tercera palada se topó con un cilindro metálico cubierto de galipote con una forma sospechosamente similar a los proyectiles de guerra antiguos que había visto en fotografías. Le tocó acercarse al personal de Salvamento con su detector en la mano para explicarles que tenían que llamar a la Policía y acordonar la zona porque a la altura de la escalera 11 creía haber encontrado un artefacto explosivo. "Pensaron que les estaba vacilando", reconoce. Su aviso dio pie a un amplio despliegue con efectivos de la Policía Local, la Nacional y los artificieros del Tedax, expertos en detonaciones. Estos últimos se llevaron el objeto envuelto en una manta antibombas tres horas después del hallazgo. Están casi seguros de que se trata, en realidad, de una vieja bengala de señalización de un submarino.

Villar dio el aviso a las 14.35 horas y los artificieros se marcharon con la pieza en una furgoneta escoltada por la Policía Nacional a las 17.30. Mientras tanto, la Local ya había acordonado unos 50 metros cuadrados del arenal entre las escaleras 11 y 12, insistiéndole a los bañistas que se acercaban a curiosear que debían alejarse de la zona. Temían que el artefacto explotase. Fue un experto del Tedax quien, tras un primer examen visual, consideró prudente tocar ligeramente la pieza y abogar por su traslado de forma manual para destruirla en un lugar seguro. Lo hicieron dos compañeros que enrollaron en una manta antiexplosiva la pieza y la trasladaron al furgón rodeados de gente en bañador grabándoles en vídeo.

El responsable del hallazgo, que tiene 33 años y reside en Oviedo aunque es natural Castropol, se quedó con las ganas de ser testigo de la escena, porque debía regresar a casa para cuidar de su hijo y se fue en cuanto dio el aviso, pero se queda con la satisfacción de haber hecho "lo correcto" y de su interesante anécdota. "Hasta ahora solo encontraba monedas o aluminio", explica.