Eran exactamente las 22.40 horas cuando arrancó el concierto de los "Rolling Stones" con la canción "Not Fade Away". Sin embargo, las puertas de El Molinón se abrieron a las 18.00 horas y los 45.000 espectadores entraron de uno en uno, tras hacer colas kilométricas. El operativo de seguridad fue mastodóntico. Participaron en él 650 personas, con un helicóptero, seis ambulancias y tres camiones de bomberos para velar que todo saliera como salió. O sea, perfecto.