Poner coto a las aglomeraciones en las zonas de ocio nocturno para evitar un posible rebrote de coronavirus. Ese es el gran objetivo ahora del Ayuntamiento que, ante los desfases detectados cada fin de semana, ha elaborado un plan específico para el verano que permita velar por el cumplimiento de las medidas sanitarias -como el uso obligatorio de la mascarilla, el mantenimiento de la distancia de seguridad y el respeto a los aforos máximos permitidos en los locales hosteleros- y que consiste en reforzar con doce agentes de la Policía Local -y un mando- la presencia en la zona, especialmente frecuentada por jóvenes. "Aunque nos veamos sanos y fuertes, podemos contagiarnos y ser foco de transmisión. Yo, lo que menos querría es querer propagar el virus y que ello pueda acabar en la muerte de una persona", advirtió la alcaldesa, Ana González durante un homenaje a las víctimas mortales del coronavirus en Ceares.

La vigilancia específica en las zonas de ocio está enfocada principalmente en los bares de la zona centro -Fomento, Puerto Deportivo y Ruta de los Vinos-, pero también en locales de Cimadevilla y del barrio de la sidra. La labor de los agentes es la de velar por el cumplimiento de las normas sanitarias y evitar los excesos de aforo. Tal y como publicó este periódico, solo el fin de semana pasado fueron cinco los establecimientos hosteleros sancionados -viernes y sábado- por tener más clientes de los permitidos. Si un fin de semana normal patrullan en coche cinco parejas, ahora habrá otros doce policías locales, lo que obligará a duplicar los turnos. A esos efectivos se suma también la presencia de la Policía Nacional. "Tiene que haber responsabilidad política, pero también individual. Donde las normas no se cumplen hay rebrotes brutales", advierte Ana González.

La Alcaldesa pone el foco en las zonas de la ciudad donde más aglomeraciones se producen, con especial atención a los lugares de concentración de bares de copas. "Hay una necesidad de divertirse, pero hay que tener autocontrol. No significa no salir, pero hay que saber cuál es nuestra responsabilidad", asegura. Y en vista de que la responsabilidad individual puede no ser suficiente -la Policía impone medio centenar de multas cada día por no llevar mascarilla desde su uso obligatorio-, el gobierno local ha implementado medidas específicas para lo que González ya ha calificado en varias ocasiones como "el verano del covid". "Hemos reforzado todo lo que tiene que ver con la Policía Local. Hemos contratado diez auxiliares y hemos doblado turno a los agentes. La noche tiene más vigilancia y hemos hecho un plan especial. Era absolutamente necesario lanzar un mensaje claro: no todo vale", indica.

Dicho y hecho. El pasado fin de semana los agentes ya detectaron estos incumplimientos en varios locales de Fomento, en los que hasta los porteros piden a los clientes que no hagan fotos para evitar que quede constancia de las aglomeraciones. Los locales multados hace una semana se ubican en la calle de Marqués de San Esteban. Las sanciones suponen multas de 6.011 euros. A pesar de ello, los agentes tuvieron que volver a intervenir al día siguiente.

"Gijón se está comportando. Si de 273.000 habitantes, según el último censo, hay 5.000 que no cumplen, de lo que estamos hablando es de ejemplaridad", afirma González. "La ciudad se está comportando bien. La mayoría cumple con todas las recomendaciones", añade. "Hemos de ser responsables por nosotros, por las personas que han muerto y por todas aquellas que salieron a cumplir con su trabajo. No podemos volver a llegar al confinamiento", zanja la alcaldesa, Ana González.