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La banda criminal que suministraba droga a toda Asturias desde La Calzada afronta 79 años

Los procesados, once personas que también vendían en Avilés, fueron detenidos con un kilo de cocaína, heroína y cannabis y con armas de fuego

Sustancias estupefacientes, armas y dinero incautados. CNP

La mayor investigación policial contra el tráfico de drogas realizada el año pasado en Gijón -conocida como la "operación Algodón" y que permitió desmantelar un importante punto de venta de cocaína y heroína que se distribuía desde el barrio de La Calzada y Avilés a toda la región- llega ahora a juicio con once personas acusadas que afrontarán en suma penas de prisión de 79 años de cárcel por los delitos contra la salud pública, de pertenencia a grupo criminal y tenencia de armas prohibidas. En la intervención policial, en la que se lograron incautar 900 gramos de sustancias estupefacientes y alrededor de 97.000 euros provenientes del mercado ilícito, fueron doce las personas detenidas, pero una de ellas, según consta en el escrito de acusación de la Fiscalía al que ha tenido acceso LA NUEVA ESPAÑA, falleció en septiembre del 2019, por lo que son solo once los acusados en este procedimiento.

Las informaciones recibidas pusieron en marcha en abril del año pasado una exhaustiva investigación contra el tráfico de drogas que tenía su origen en el parque de la Algodonera, en La Calzada, y que la presencia de toxicómanos y vendedores -se dedicaban a la venta por "menudeo"- generaba intranquilidad entre las familias que acudían con sus niños al espacio verde y recreativo. Una vez constatados los pases de cocaína y heroína se centraron los investigadores en conocer los canales de aprovisionamiento que tenían los implicados para conseguir todas las sustancias.

Cuatro meses de seguimiento por parte de la Policía Nacional -intervinieron varias unidades de Gijón y el resto de Asturias- se logró determinar que había dos vías distintas de abastecimiento, la cocaína se conseguía a través de una pareja residente en Gijón, en el barrio de La Calzada, mientras que la heroína era gestionada por un clan familiar que residía en La Reguera, en Avilés. Estos últimos, según constataron los investigadores, eran los encargados de adquirir y vender la heroína por toda Asturias. Con todas las pruebas, comenzaron las detenciones en julio de quienes ahora se sentarán en el banquillo de los acusados, en un juicio que espera fecha en la sección octava de la Audiencia, con sede en Gijón. Como anécdota, en uno de los pases que presenció la Policía, uno de los compradores se tragó las papelinas que había adquirido.

En la primera fase fueron detenidas seis personas, todas ellas vecinas de los gijoneses barrios de La Calzada y Roces. Su forma de contacto era a través de teléfono, que la Policía pudo pinchar. Hablaban siempre de llevarles la mercancía en clave, con referencias como "el frasco de pomada", recoge el fiscal en su escrito. En esos domicilios -entraron en cuatro viviendas- la Policía inventarió, y así lo recoge la acusación, 850 gramos de cocaína, siete balanzas de precisión y 50.000 euros provenientes del tráfico de drogas que el cabecilla del entramado escondía en un hueco de la cocina de su piso en Roces. También aprehendieron una larga lista de armas, la mayoría prohibidas: cuatro pistolas detonadoras, dos pistolas eléctricas, dos tirachinas profesionales modificados y varias armas blancas. El cabecilla es quien más pena de cárcel afronta, 10 años y medio en suma por los tres delitos, mientras que su mujer afrontará ocho años y nueve meses. Los otros tres procesados de esta tanda -el cuarto falleció- afrontan ocho años y ocho meses, ocho años y cuatro años de cárcel respectivamente. En la diferencia de penas solicitadas juegan un papel importante el grado de implicación en la trama, los efectivos intervenidos en sus casa y los antecedentes que acumulan a sus espaldas.

Registros en La Reguera, Avilés

La segunda fase de la "operación Algodón" se desarrolló en el mes de agosto y en la zona de La Reguera, en Avilés. Allí operaba un clan familiar especializado en la heroína, y que en su momento la Policía definió como "muy peligrosos". De hecho, se requirió la intervención de las unidades especiales de los GEO y GOES para asegurar el terreno antes de su detención. Todos los detenidos son miembros de la misma familia, que mantenían el punto de venta activo las 24 horas del día todos los días del año.

En ese registro -seis viviendas comunicadas entre sí- se encontraron 47.000 euros provenientes de la venta de droga, así como un arma de fuego y munición real, una pistola simulada, dos armas eléctricas (táser) y una treintena de armas blancas, como navajas de grandes dimensiones y puñales. También pequeñas cantidades de heroína y hachís. En las casas se incautaron además ocho vehículos, cinco de los cuales eran de alta gama. En su caso afrontan penas que van desde los siete años y nueve meses de cárcel hasta los cinco años y nueve meses de prisión. El juicio espera fecha.

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