Aforos de entre 900 y 1.200 personas y un control exhaustivo de cada visitante a través del DNI que permita saber cuándo y cuánto tiempo estuvo en el recinto ferial en caso de contagios por coronavirus. Esta es la propuesta con la que la Cámara de Comercio pretende convencer a Sanidad para que permita realizar este mes de agosto dos ferias sectoriales dedicadas al automóvil y a los muebles de hogar, "dos de los sectores más afectados" por la suspensión de la Feria Internacional de Muestras de Asturias (FIDMA). Para lograr el permiso, la entidad presentará hoy o mañana el plan de contingencia al Principado, con la confianza de obtener una respuesta "esta misma semana", explicó ayer Álvaro Alonso, director de la actividad ferial.

Tras el mazazo que ha supuesto la prohibición de la FIDMA, ahora "nos queda mirar al futuro y ocuparnos de los sectores más afectados por la suspensión", reflexionó Alonso. De esta forma, la primera cita, dedicada a los muebles de hogar, está prevista del 7 al 11 de agosto y contará con aproximadamente 30 expositores que se concentrarán en el pabellón central. La otra, para el automóvil, está programada del 13 al 18 de agosto, con 15 expositores y la previsión de realizarla al aire libre. "Estarán prácticamente el 100% de los que hubiesen asistido a la Feria", indicó Alonso.

Las medidas de seguridad serán las mismas que ya estaban previstas para la Feria, como el uso de mascarilla -obligatoria ahora en Asturias-, hidrogeles, ampliación de pasillos, direcciones únicas y puntos independientes de entrada y salida. A eso se sumará que será imprescindible presentar el DNI a la puerta. "Así se sabrá la hora de entrada y salida y el tiempo de estancia para tener control y seguimiento epidemiológico", indicó Alonso, que ayer compartió rueda de prensa con el presidente de la Cámara, Félix Baragaño, y los vicepresidentes Pedro López Ferrer y Rosa Martínez. Será el comité de técnicos del Principado el que dé el visto bueno, o no, al nuevo proyecto de la Cámara para este verano.

Además de las novedades, la dirección cameral quiso hacer una valoración pública de la suspensión de la FIDMA. "Coincidimos con el presidente Barbón en que la salud es lo primero, pero no vimos contradicción entre salud y actividad económica, pensábamos que eran compatibles", defendió Baragaño, que quiso poner en valor que la obligación de la Cámara era "hacer el máximo esfuerzo por conseguirlo, para dinamizar nuestro entorno económico". De hecho, indicó, su equipo pensó que sería suficiente con el trabajo realizado.

A juicio de la Cámara, y en palabras de Baragaño, "fuimos más allá con el plan de contingencia de los requisitos autonómicos y nacionales, habíamos convertido el recinto en un espacio especialmente seguro". Aun así, no pudieron evitar el rechazo del Principado. Ahora, la entidad garantiza la devolución del dinero que los expositores ya habían adelantado. Sostiene que el 80% de ellos habían prometido su asistencia en caso de poder llevarse a cabo la Feria. A ellos les han agradecido "su fidelidad y paciencia".