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La estación en Moreda garantiza beneficio urbanístico, defiende el Ayuntamiento

El gobierno local alega que la opción del Museo impide la edificabilidad residencial y hotelera prevista en los 37.000 metros de cinco parcelas

Vista de la zona ferroviaria junto al Museo del Ferrocarril. JUAN PLAZA

La ubicación de la estación intermodal en Moreda garantiza el aprovechamiento urbanístico previsto para la zona en el diseño del plan especial y "respeta la mayor parte" de los espacios dotacionales y libres diseñados, mientras su ubicación junto al Museo del Ferrocarril "supone una pérdida del aprovechamiento lucrativo y no lucrativo al desaparecer las parcelas dotacionales previstas en el plan especial". Este es uno de los mensajes que el Ayuntamiento de Gijón ha transmitido a la Subdirección General de Planificación Ferroviaria del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana en uno de los dos informes presentados durante el recién terminado proceso de información pública al que ha sido sometido el estudio informativo de nueva estación intermodal para Gijón.

La conclusión técnica de este informe, que solo atiende asuntos ferroviarios, es la viabilidad de las dos alternativas de ubicación que están sobre la mesa. Eso sí, Moreda es más barata y la posibilidad que facilita de hacer la obra por fases permitiría poner las cercanías en marcha a corto plazo, mientras la ubicación del Museo del Ferrocarril es mejor en los criterios de funcionalidad y vertebración territorial.

A partir de este estudio, cuyas conclusiones fueron adelantadas por LA NUEVA ESPAÑA, y otros informes técnicos que analizan aspectos no ferroviarios de la operación y firmados por técnicos locales, los gobiernos de Gijón y el Principado de Asturias -dos de los tres socios de Gijón al Norte y ambos ahora al mando de socialistas- ya se han mostrado públicamente a favor de ubicar la estación en Moreda. Una decisión que supondría dar marcha atrás en el convenio firmado hace algo más de un año en Gijón al Norte por unanimidad de los socios y el apoyo de entramado social de la ciudad.

Los documentos que el Ayuntamiento ha elevado al Ministerio durante el periodo de alegaciones proceden de los servicios técnicos de Urbanismo y Obras Públicas. El primero analiza las afecciones del proyecto sobre el Plan General de Ordenación (PGO) y los documentos urbanísticos ya aprobados en ese entorno teniendo en cuenta la ubicación de la estación y la entrada de las vías en la ciudad dentro de un "falso túnel". El actual Plan General, aprobado en enero del año pasado, hace suya una modificación puntual del anterior PGO realizada en 2003, el plan especial para la zona de vías y el estudio de detalle de la unidad de ejecución 1A. Documentos que no solo generaban una nueva trama urbana en el corazón de Gijón, sino que abren la puerta a la financiación de parte del proyecto a través de las plusvalías por la venta del suelo para construir.

Al comparar el diseño urbanístico con el espacio ferroviario, los técnicos municipal de Urbanismo establecen que la propuesta de Moreda "no impide la normal ejecución de la totalidad de la edificacibilidad residencial y dotacional hotelera sobre rasante. Solo se ven interferencias en una parte de una parcela del sistema general viario y en los espacios libres de otras dos. En los tres casos hay opciones de reajuste. Más allá del PERI 00 se vería afectada la vecina unidad de actuación CRI-05 en la zona que tiene que ver con la intersección entre Carlos Marx y avenida de Juan Carlos I. Matizan los técnicos municipales que el cambio de ordenación no tendría incidencia en la ubicación del albergue Covadonga.

Sin embargo, se puede leer en ese informe, la ubicación de la estación en el Museo del Ferrocarril afecta a cinco parcelas de plan especial impidiendo la normal ejecución de 37.440 metros cuadrados de edificablidad residencial y dotacional hotelera situados en la UE-1B y, se asegura "de muy difícil reubicación". Esta estación es totalmente soterrado lo que afecta a los derechos de subedificación pero además una de las parcelas dotacionales reservada a equipamiento público desaparecería al ir allí una rotonda. También hay afectaciones en la construcción de ámbitos vecinos.

Desde el servicio de Obras Públicas, por otra parte, se remiten media docena de consideraciones sobre carencias del estudio. Empezando por la reivindicación de dar a la avenida del Príncipe de Asturias el tratamiento de vía urbana con estética de bulevar que es lo consensuado para su futuro cuando se reordenen los accesos a El Musel y tener en cuenta el desdoblamiento de la avenida de Juan Carlos I. Los técnicos de Obras Públicas piden secciones transversales que les permitan ver la integración de los viales de la zona y el mantenimiento del parque de Moreda y exigen que la obra incluya la reposición del alumbrado y las redes de riego afectadas, que no figuran en el estudio actual, y que se tenga en cuenta a la hora del presupuesto que redes ahora aéreas deben ser repuestas de forma subterránea.

Otro elemento importante tiene que ver con los colectores. El Ayuntamiento entiende que debe tenerse en cuenta la necesidad, y el coste que eso suponga en la obra y en el futuro mantenimiento, de tener que recurrir al bombeo. Algo que parece inevitable si se ubica en el Museo del Ferrocarril. Y, por último, y en lo que tiene que ver con el estudio de impacto ambiental, el Ayuntamiento "echa en falta" un estudio pormenorizado sobre la evolución de los trabajos de movimiento de tierras y el tránsito de camiones desde la zona a los vertederos. También hay referencias al importante movimiento de maquinaria.

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