Los socorristas de Cruz Roja velan desde este viernes por las seguridad de los bañistas en las playas de Estaño y Peñarrubia después de que el Ayuntamiento de Gijón se viese abocado a recurrir a ellos por culpa de la falta de efectivos para completar la plantilla del Servicio de Salvamento municipal que opera en los arenales urbanos de San Lorenzo, Poniente y El Arbeyal, tal y como adelantó LA NUEVA ESPAÑA.

En cada playa rural habrá tres socorristas por turnos. Ya el miércoles comenzaron a instalar las casetas, equipadas con mesas, sillas y un botiquín metálico equipado con todo material sanitario, para afrontar la vigilancia de estas dos playas.