Una dotación residencial de 200 plazas con, al menos, 120 habitaciones de uso individual y 30 de uso doble. Ese es el punto de partida del nuevo intento de conseguir una residencia de estudiantes para el campus de Gijón. Esta vez impulsado desde la Universidad de Oviedo tras los tres intentos fallidos del Ayuntamiento por sacar adelante un proyecto que se consideraba básico para complementar el día a día de la actividad docente, empresarial e investigadora que se concentra en la Milla del Conocimiento "Margarita Salas".

La Universidad acaba de adjudicar a la consultoría Asesores Manjón un estudio de viabilidad previo a la licitación del proyecto de residencia. Ese estudio de viabilidad debe incluir ese mínimo de plazas indicado por la Universidad y que no está muy por debajo de lo incluido en el último fallido diseño de la firma Rya Residencias. Las autoridades universitarias no cierran la puerta a que los promotores interesados puedan incluir en su oferta otro tipo de alojamiento, como apartamentos o minipisos.

Otro requisito imprescindible es que la residencia cuente con equipamientos deportivos. Instalaciones que de manera prioritaria deben estar a disposición de toda la comunidad universitaria pero sin que ello suponga la posibilidad de excluir su posible explotación ante un público en general. Las empresas interesadas tendrán la posibilidad, además, de incluir otros servicios abiertos a todos los usuarios de la milla del conocimiento.

Uno de los objetivos de este estudio de viabilidad es definir la propuesta económica del proyecto en cuanto a las condiciones de la explotación. En cuanto a plazos, el siguiente paso será la licitación del proyecto, obra y explotación. Si todo sale según lo previsto ese paso se daría en el primer trimestre del año que viene.

La Universidad asume el liderazgo de un proyecto que se ubica -tras un proyecto inicial en otro espacio cercano- en una parcela que fue motivo de litigo durante tiempo, la conocida como parcela de la "Semana negra" en el campus. La Universidad reclamó, y ganó, en los tribunales la propiedad de una parcela que el Principado había cedido al Ayuntamiento como de su propiedad dentro de un plan de permutas. Recuperada la propiedad, la Universidad se la cedió al Ayuntamiento para que pudiera disponer de ella al licitar la concesión de la residencia. Ahora, la parcela y el proyecto son competencia de la Universidad de Oviedo.

La parcela de la futura residencia tiene 12.000 metros cuadrados de edificabilidad distribuido en bajo y dos alturas sobre una extensión de 38.570.