"Sí, es verdad que vamos a actuar en el Muro, ya estamos haciéndolo, pero no es verdad que se vaya a cerrar el Muro. Son pequeñas intervenciones para hacerlo un paseo más confortable". Así comenzaba ayer la alcaldesa de Gijón, la socialista Ana González, una alocución pública a través de las redes sociales centrada en explicar una obra que ha generado polémica política y vecinal. "Y no me preocupa que haya polémica, pero sí que se tergiverse la información y se digan mentiras", recalcó la Regidora. González planteó la obra como una serie de acciones mínimas, que se harán intentando molestar lo menos posible, y necesaria para generar espacios de uso peatonal que garanticen la seguridad ante el coronavirus. "No es esa intervención gigante que algún día tendremos que hacer para tener allí un maravilloso bulevard. Hay una gran obra pendiente sobre el Muro que habrá que diseñar bien", indicó.

Siguiendo el cronograma de la alcaldesa, durante la próxima semana los trabajos se centrarán en construir el nuevo carril bici en uno de los carriles de circulación hacia la avenida de Castilla. Al tiempo que se cambian señales, semáforos y se rebaja la acera en los pasos de peatones. "No se va a cortar el Muro para hacerlo", reiteró la regidora garantizando el paso de los autobuses y destacando incluso el tramo de doble sentido en la zona central para facilitar los giros. La siguiente fase será la eliminación del carril bici actual para integrarlo en el actual espacio para peatones. "Es lo más complejo e incómodo porque hay que fresar y asfaltar pero no tendremos la imagen de un Muro lleno de maquinaria", aseguró. La obra completa durará unas cinco semanas.

La Alcaldesa también dio sus explicaciones sobre otras dos polémicas colaterales: la tala de dos tamarindos y la inoportunidad de hacer las obras en agosto. Sobre lo primero dejó claro que "todos los años hay que cortar tamarindos porque se secan y, como siempre, se sustituirán por otros en invierno" y sobre lo segundo matizó que "el Muro es muy importante para la ciudad y tenemos que hacerlo cuanto antes". "Eso no significa que tengamos las cosas mal", dijo.

La inoportunidad de hacer la obra en agosto, el efecto negativo sobre el tráfico, la falta de transparencia en el desarrollo del proyecto y la ausencia de un consenso político y vecinal para llevarlo a cabo son críticas compartidas por toda la oposición. "Otro ejemplo de idea feliz sin estudios previos, sin planificación, sin alternativas de circulación... y en agosto, lo que supone graves problemas para los negocios de la zona. Esperemos estar ante unas obras que puedan ser reversibles si los estudios de tráfico dan otras alternativas", indicó el portavoz de Ciudadanos, José Carlos Fernández Sarasola.

Pelayo Barcia, edil de Foro, llevará el asunto al Pleno del lunes para que "el señor Martín (por Aurelio Martín, edil de Movilidad) rinda cuentas por convertir Gijón en un infierno circulatorio". Barcia entiende que "decir que se actúa en el Muro para garantizar en verano el distanciamiento social por el covid pierde todo el sentido cuando la obra acabará al final de agosto y provoca malestar a la mayoría de los gijoneses". Hacia Aurelio Martín dirige también sus quejas Ángeles Fernández-Ahúja (PP), para quien todos los proyectos en marcha coinciden en "su falta rigor y de amparo normativo con un plan de movilidad sin aprobar". "Es todo a la trágala", indicó y la propia "actitud" del edil dificulta el proceso de negociación abierto en estos momentos sobre la ordenanza de movilidad. "Se impone una rectificación", afirmó para quien "el Muro se convierte en un scalextric y La Arena es un escape room".

Laura Tuero, de Podemos, no entiende la razón de estas obras en este momento cuando el Muro lleva cerrado al tráfico dos meses. "Nos gustaría saber si se ha consultado para estas mejoras a vecinos o a alguna de las entidades expertas en movilidad sostenible del Foro de la Movilidad, al menos", indicó la concejala. Eladio de la Concha, portavoz de Vox, destacó que su grupo se quedó solo en el anterior Pleno pidiendo dar marcha atrás en las últimas medidas de movilidad y reivindica un Muro donde todos convivan. "Hacer la obra en agosto que es precisamente el mes con más movimiento peatonal en la zona nos parece absurdo e indignante", sentenció.