S. F. LOMBARDÍA
Pulseras inteligentes para medir las constantes de enfermos crónicos, un área de Urgencias "exprés" con especialistas variados siempre de guardia, una máquina de resonancia única en la región... El plan de mejora del Sanatorio Covadonga, que tiene previsto iniciar su primera fase de remodelación después del verano, se plantea como objetivo convertir al complejo sanitario en "un referente" dentro de la red privada de la región. Su nuevo dueño, Jesús Kocina, asumió oficialmente la gestión del negocio el día 1 de este mes tras acordar semanas antes la compra con las Dominicas de la Anunciata, responsables históricas de la instalación, y calcula tener que afrontar una inversión de unos dos millones de euros. "Estamos fidelizando a parte de la plantilla y cediendo más protagonismo a las unidades. Quiero hacer las cosas bien; el hospital llevaba unos años sin ninguna mejora y podemos hacer cosas muy interesantes", asegura.
El complejo cuenta con 5.000 metros cuadrados imposibles de ampliar porque la ley urbanística no lo permite, pero con gran margen de mejora si los espacios se reorganizan de forma más eficiente. La idea, a ojos de Kocina, es convertir el Sanatorio en un "hospital más moderno", y de ahí que gran parte de la inversión se vaya a dirigir a la compra de equipamientos, pero también en un más eficiente. Y este segundo objetivo puede lograrse con un compromiso económico mucho menor. "Es lo que pasa con las unidades concretas. Las de psiquiatría, la unidad del dolor, la de paliativos... Están diseminados y darles a cada una su espacio concreto. Al final, una unidad es un equipo de profesionales diversos que se unen para dar una atención global. Eso funciona muy bien y lo voy a potenciar", adelanta el propietario. Las obras que quiere lanzar ya después del verano, por su parte, serán "lavados de cara de menor calado" para "poner a punto" el complejo cuanto antes.
De consolidarse, no obstante, el futuro proyecto de telemedicina se antoja especialmente innovador. Kocina ya ha establecido contactos con varias empresas y se muestra especialmente interesado en una gijonesa que le ofrece un sistema similar a las pulseras inteligentes que han proliferado en el mercado en los últimos años. Servirían, en este caso, para monitorizar a enfermos crónicos y, especialmente, a clientes que vivan fuera de Gijón. También se potenciará la actividad quirúrgica, tanto hospitalaria como ambulatoria, porque copa, según Kocina, alrededor de un tercio de la recaudación anual del complejo.
La máquina de resonancia que el doctor busca conseguir, por último, es de tres teslas -unidad de medida de estos aparatos-, lo que significa que tiene el doble de potencia que las que suelen tener los hospitales de su nivel. Permitiría detectar lesiones y tumores con mayor claridad y celeridad. "Mejorar a nivel radiodiagnóstico será clave en los próximos años; es uno de los servicios con más actividad", concluye.
