Eliminar el nombre de Juan Carlos I del callejero de Gijón -decisión en firme del equipo de gobierno local conformado por PSOE e IU- es una cuestión de "higiene democrática". Así lo creen las entidades que en el día de ayer presentaron por registro al Ayuntamiento una petición formal de cambio de denominación de la avenida que, hasta el momento, lleva el nombre del Rey Emérito y que vertebra la zona Oeste, desde Poniente hasta Mata-Jove. El texto está impulsado por "Asturias Socialista", que lleva trabajando en él "desde el mes de febrero" y que ahora ha tenido que acelerar plazos para presentarlo ante la marcha de España del padre de Felipe VI. No obstante, como ellos mismos remarcan, "contamos con el apoyo de decenas de entidades políticas, sociales y sindicales", en palabras de su presidente, Nacho Morán, que prevé entregar en septiembre alrededor de dos millares de firmas respaldando la propuesta. Ya cuentan con más de medio millar.

"Es una persona indigna de estar en el callejero", remarca Morán. "No se puede tener la calle de un ladrón, que además huyó de España", explica el presidente de Asturias Socialista, que critica al gobierno central del PSOE por "haberle dejado ir. Tenía que haberle quitado el pasaporte hasta que la justicia se pronuncie sobre sus delitos". El texto entregado en el registro enumera "su más que reprobable trayectoria como Rey e injustificable continuidad como emérito, sus escándalos familiares, el cobro de comisiones ilegales, su implicación en operaciones fraudulentas, sus cuentas opacas en Suiza". En su texto se deslizan ya algunos de los posibles nombres, como el de José Manuel Palacios, Tini Areces o Paco Prendes, además de Manuel Azaña y Julio Anguita u otros como avenida de La Igualdad, de La Escuela Pública, La Democracia o La Sanidad Pública.

La propuesta está apoyada, entre otros colectivos, por la Sociedad Cultural Gijonesa, cuyo presidente Pedro Roldán enfatizó que desposeer al Rey emérito de su calle en Gijón "no es una cuestión de izquierdas ni de derechas, sino de la dignidad de Gijón", entendiendo que el comportamiento de Juan Carlos I "no es ético ni moral, más allá de las cuestiones jurídicas", con lo que "no es ejemplo de nada para aparecer en el callejero". Para Roldán, el comportamiento exhibido por el padre de Felipe VI durante su trayectoria "no es acorde a una persona con una calle nombrada en su honor", explicitando que "no cumple las condiciones de la higiene democrática" mantener la nomenclatura de la avenida. Para el presidente de la entidad gijonesa, "hay que ver con normalidad" esta situación, aun cuando Gijón es pionera a nivel nacional. En cuanto a la nueva nomenclatura del emplazamiento, Roldán asegura que "hay unos procesos a seguir y es el Ayuntamiento es el que tiene que decidir", pero sí confía en que "el nombre se dé con el mayor consenso posible".

También la Federación Asturiana Memoria y República se posicionó a favor del cambio de nombre. "Se ha reído en la cara de la ciudadanía y no merece mantener una calle en su honor", afea su presidente, Rafael Velasco, que censura al Rey emérito "ser la cabeza de una estructura que permitió la corrupción, además de colaborar con el franquismo", a lo que suma su "huida para no rendir cuentas ante la ciudadanía y la justicia". Respecto a la defensa del monarca que los grupos municipales de centro-derecha del Ayuntamiento de Gijón realizaron el pasado miércoles, apelando a la presunción de inocencia, Velasco entiende que "si se creyera inocente, no habría huido".

A la entrega del documento también acudió el responsable de relaciones institucionales de Comisiones Obreras de Gijón, Rubén Medina, que explicitó que "una de las características de los sistemas monárquicos es la ejemplaridad, y Juan Carlos I hace tiempo que la perdió". Para Medina, la medida "no es oportunismo ni sectarismo, es un reflejo de la realidad", dejando en manos del Ayuntamiento -es una competencia de Alcaldía delegada en Junta de Gobierno- la elección del nuevo nombre de la avenida.

Por su parte, el diputado nacional de Vox por Asturias, José María Figaredo, tras el acto jovellanista en Gijón criticó el "sectarismo y cinismo bárbaro" de la Alcaldesa de Gijón, Ana González, que "aprovecha el momento en que la monarquía está tiritando para atacarla y socavarla".