El Principado ha impuesto una multa de 200.000 euros a Arcelor por incumplir los límites de emisión de contaminantes del sínter A de Veriña, en base a los niveles de obligado cumplimiento para la multinacional desde el pasado 1 de enero, establecidos en su autorización de impacto ambiental. Arcelor ha reconocido la infracción, lo que le permite acogerse a una reducción del 40% en el importe a abonar al Principado por la multa.

El expediente sancionador fue abierto por la administración autonómica a raíz de una denuncia presentada por Ecologistas en Acción de Asturias el pasado 8 de febrero. Seis días después el área de medioambiente del Principado abría expediente por falta grave a la multinacional siderúrgica.

El Principado había negociado, ya en el anterior mandato, con la multinacional siderúrgica un calendario de inversiones medioambientales que se plasmó en una nueva autorización ambiental integrada que contempla una reducción escalonada de las emisiones contaminantes de la factoría. En especial la de los focos que generan mayor polución ambiental, como son las dos plantas de sinterización, en las que se tienen que implementar medidas para reducir las emisiones en distintos focos.

La primera de esas medidas es la construcción de un nuevo filtro de mangas en el sinter A, que debería de haber concluido antes de que finalizara el año pasado, para cumplir con los nuevos niveles de emisiones desde el 1 de enero de este año. Esa obra está acumulando importantes retrasos por los conflictos entre la ingeniería contratada para implantar ese filtro, FL Smith, y las sucesivas subcontratas que ya han pasado por la obra. Ahora también hay disputas legales entre Arcelor y la ingeniería.

La multinacional siderúrgica tiene parado ahora el sinter A, debido a la reducción de producción en la factoría de Veriña por la crisis del coronavirus. La empresa ya ha anunciado que no volverá a poner en servicio esa instalación en tanto que no esté ejecutado el nuevo filtro, que reducirá drásticamente las emisiones.

Algo de lo que también estarán pendientes los ecologistas, que analizan los datos de contaminación de cara a instar al Principado a que tome cartas en el asunto si es preciso, dando lugar a posibles sanciones, como la actual, que la siderúrgica sólo podrá evitar cumpliendo con las inversiones programadas.