El control de aforo en la primera jornada del Salón del Mueble, que puede recibir a la vez un máximo de 998 personas, resultó superfluo en su jornada inaugural de ayer, con escasa afluencia de público y con incertidumbre expresada por varios expositores, respecto al resultado que tendrá el evento para ellos.

Eso a pesar de los chollos que se ofrecen en algunos stands, para dar salida a la importante inversión que hicieron para la Feria Internacional de Muestras de Asturias (FIDMA), con compras a los fabricantes que si no venden estos días tardarán en hacerlo. Las medidas de seguridad contra la covid-19 implementadas por la Cámara de Comercio han permitido la celebración de este evento, que concluye el próximo día 11. Por otro lado, el diputado de Vox José María Figaredo tildó de "gestión nefasta" la prohibición de FIDMA.