A los 89 años falleció ayer, en Gijón, José Ovidio García Morilla, director del Real Instituto de Jovellanos entre los años 1986 y 1990. García era muy conocido en el barrio de Cimadevilla, donde nació y vivió toda su vida -en 2014 fue homenajeado por la asociación vecinal- y donde su familia regentó el restaurante Casa Ovidio. También se lamentó ayer especialmente su deceso en el Real Club de Tenis, del que fue uno de sus primeros socios.

Antes de llegar al Instituto Jovellanos, para impartir la asignatura de Física y Química, García fue profesor en la Escuela de Peritos y en el Instituto Fernández Vallín. Al poco tiempo de su llegada a la institución del prócer fue nombrado director, por su experiencia en gestión, tomando el relevo de Juan Muñoz. "Era una persona entusiasta y muy jovellanista", explicaba ayer Juan Carlos Ayllón, actual director del centro, que recordaba que "para él el prócer era lo máximo". Dentro del Instituto, "Ovidio era un institución, un referente para los alumnos, que venían a visitarlo y decían que si amaban la asignatura era por él".

Así lo recuerda también Milagros Madiedo, anterior directora del centro, que remarca que "tenía fama de ser buen profesor y buena persona, dejó una gran impronta en el instituto". También guarda buen recuerdo suyo Hilario Mañanañes, actual presidente de la Asociación de Antiguos Alumnos del centro.

Sin embargo, quien más conoció a García en el centro fue sin duda Pedro Santamaría, profesor de su misma especialidad y quien le relevó en el cargo de director. "Era jovellanista, aunque fuese solo por haber nacido en Cimadevilla, pegado a la casa natal de Jovellanos", aseguraba ayer Santamaría, que enfatiza que "era una persona que dejaba hacer, en todos los sentidos". Su pupilo explica que "era muy cordial, nadie tendrá nunca una queja sobre él. Siempre tenía muy buenas palabras, independientemente de sus ideas y era muy agradable al trato". Entre sus grandes aportaciones al instituto estuvo el impulsar, durante su mandato como director y a instancias de Francisco Caso, profesor de Historia del centro, el Bachillerato Internacional. "Siempre trabajaba con mucha disposición y sin querer ponerse medallas", alaba Santamaría.

García era ayer recordado también por varios de los socios del Club de Tenis, como el expresidente del Real Grupo de Cultura Covadonga Rogelio Llana, que recordaba que "fue uno de los primeros miembros de la entidad". Inocencio Fernández, otro de los históricos de la entidad, rememoraba ayer que "era muy buen paisano". Además de al tenis, García también había jugado al fútbol en el club de La Calzada, en Tercera División. García, que será despedido a las 13 horas de hoy en la iglesia de San Pedro, deja esposa, cuatro hijos y siete nietos.