Las previsiones meteorológicas se cumplieron. Y con creces. Un gran chubasco vació esta tarde las calles de Gijón, llenas de paseantes, autóctonos y turistas, aprovechando el caluroso pero nublado día de agosto con el que despertó hoy la ciudad. Pasadas las tres y media de la tarde comenzó a llover de forma incesante, obligando a todos a resguardarse de la lluvia y los truenos. Varios semáforos de la zona centro, de hecho, dejaron de funcionar y obligaron a intervenir a la Policía Local para controlar el tráfico.

Una tormenta vacía las calles de Gijón

Una tormenta vacía las calles de Gijón

El calor se ha hecho notar fuertemente durante todo el martes, especialmente al mediodía. La lluvia se ha mantenido durante varios minutos sin que eso supusiese un descenso notable de las temperaturas.