El Ayuntamiento de Gijón ahorrará un 75% de energía con el cambio de las 43.000 luminarias que existen en la ciudad y la intervención en la gestión integral de 157 inmuebles públicos. Así lo anunció ayer la directora general de Innovación del Ayuntamiento de Gijón, Patricia García Zapico, que remarcó que la implantación en la ciudad un sistema de alumbrado inteligente -un proyecto de 15 años de duración y con una inversión municipal de 159 millones de euros- se ahorrarán 28,8 millones de euros hasta 2035, reduciendo las emisiones de CO2 en 80.000 toneladas y en hasta 200.000.000 los kilovatios. Además, la idea del equipo de gobierno es que el total de la energía que se utilice sea "100% verde".

Pero estas cifras solo son una de las patas del nuevo plan de gestión inteligente de los servicios municipales. Como enfatizó la alcaldesa de Gijón, Ana González, "la gobernanza del dato va a tener una gran importancia". Así, merced al big data y el conocido como internet de las cosas, el Ayuntamiento tendrá en todo momento geolocalizadas las luminarias, de las que conocerá en tiempo real datos de interés como el consumo, la intensidad lumínica o si existe alguna incidencia con el dispositivo, además de poder apagarlos o encenderlos.

Una sensorización que se hará extensible a otros activos de la ciudad como bancos, contenedores, marquesinas, coches municipales o incluso arbolado. Lo mismo con los edificios de la Administración, que podrían incluir desde medidores de la calidad del aire hasta medidores del consumo eléctrico. Todo para conocer el mayor número posible de datos, interpretarlos y saber modificar aquellas cuestiones que sean necesarias, como "regular los consumos para hacer la ciudad más sostenible", en palabras de José Antonio Rodríguez, de la cátedra Gijón Smart Cities.

Unas cuestiones, todas ellas, que aunque suenen futuristas ya se están realizando. Así, en el Parque Científico y Tecnológico lleva en funcionamiento desde el pasado mes de marzo un "Demo lab" donde empresas pueden ir testando sus dispositivos, ver cómo funcionan y qué compatibilidad y encaje tienen en la red gijonesa "en condiciones reales y sin peligro". Hasta el momento se han probado más de 70 dispositivos de una veintena de empresas, lo que supone "una participación masiva", en palabras de Pablo Arboleya, director de la Cátedra, que remarcó que empresas como EDP están "muy interesadas" en la tecnología que se está implementando, sobre todo en la medición de consumos en tiempo real" por lo que "las empresas podrán exportar estas ideas a otras ciudades".

Para la alcaldesa de Gijón, Ana González, este "cambio conceptual del alumbrado público" parte de una idea: "No podemos pedir que los ciudadanos busquen el ahorro energético si nosotros, como Ayuntamiento, no somos más sostenibles, creando una ciudad tecnológicamente responsable e inteligente".