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Una compañía de Indonesia quiere instalar una fábrica de hidrógeno en Aboño

El proyecto, en el que participan ingenierías españolas y que prevé usar gas natural como materia prima, está congelado debido a la pandemia

La explanada de Aboño donde se proyecta la planta. JULIÁN RUS

Una empresa de Indonesia estudia la viabilidad de instalar una planta de generación de hidrógeno a partir de gas natural en la explanada de Aboño, un proyecto en cuyo diseño y análisis participan varias ingenierías del País Vasco, Madrid y Asturias, pero que por el momento ha quedado paralizado debido a la pandemia de coronavirus. La compañía valoró inicialmente varias ubicaciones en el norte de España, centrándose finalmente en Gijón, donde el proceso de descarbonización va a dejar terrenos libres en Aboño, tanto los de empresas privadas que venían siendo ocupados por acopios de carbón, como en terrenos de dominio público portuario. Es precisamente respecto a la posible disponibilidad de estos últimos sobre los que se interesó la compañía, explican varias fuentes consultadas.

La firma indonesia está vinculada al sector de gas natural, no como productora, sino que se dedica a su distribución por todo el mundo en buques metaneros y también cuenta con varias plantas de producción de hidrógeno a partir de gas natural. Este es el sistema convencional que se viene utilizando en la fabricación de hidrógeno, gas con usos industriales y también, de manera incipiente, como combustible para medios de transporte, campo este último donde se espera que tenga un mayor desarrollo, reemplazando a los combustibles fósiles para el transporte de mercancías. Sobre el proyecto de esta compañía indonesia pesan varias incógnitas. La primera es si se van a reactivar y cuándo los estudios para implantar esta instalación fabril, frenados al inicio de la pandemia, antes incluso de que se decretara el estado de alarma.

El Gobierno está apostando por el hidrógeno como combustible de futuro, pero generado a partir de energías renovables y no de un combustible fósil como es el gas natural. Esta forma de producir hidrógeno genera CO2, con los costes de emisión aparejados. Una instalación como la proyectada para los terrenos portuarios de Aboño tiene una vida útil de 40 a 50 años, por lo que la aceptación a largo plazo del uso de este tipo de tecnología para producir hidrógeno es clave para un proyecto que se está analizando en pleno proceso de descarbonización. De cuajar, la ingeniería, construcción y puesta en marcha de la instalación se completaría en un periodo de tres años.

Uno de los motivos que llevaron a esta gran compañía indonesia a poner sus ojos en Gijón es la existencia de la regasificadora de El Musel. De hecho también han estado sopesando también la posible construcción de una central térmica de gas de 1.200 megavatios, proyecto este último que según fuentes del sector no sería viable, en un momento en el que los ciclos combinados de gas que ya hay construidos en España han dejado de ser rentable por sus escasas horas de funcionamiento, debido a la prioridad que da el sistema a la generación eléctrica a través de fuentes renovables y de la energía nuclear.

El proyecto de producción de hidrógeno de la compañía indonesia no es el único que se plantea para El Musel. El más ambicioso es el que lidera Enagás, que junto a la alemana Hidrogenius LOCH, ha presentado a la UE un proyecto para utilizar la regasificadora de El Musel para almacenar hidrógeno y distribuirlo en barcos, una vez comprimido, a distintos puntos de consumo del norte de Europa. El plan se basa en la producción de hidrógeno a partir de energías renovables, tanto solar como eólica, incluida eólica marina, para obtener hidrógeno del agua mediante electrólisis.

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