La intervención de un agente fuera de servicio fue ayer vital para detener a un joven de 30 años y nacionalidad rumana que asaltó a una mujer cuando entraba en el portal de un inmueble del barrio de La Arena para robarle por la fuerza una pulsera. El delincuente actuó en compañía de su hijo, un menor de 11 años que "dio confianza" a la víctima, tal y como ella misma explicó a los investigadores.
El incidente ocurrió poco después de las doce de la mañana en la calle Vicente Innerarity. Un policía, de vacaciones en Gijón, escuchó pedir a auxilio a una mujer a la que acababan de robar. El agente vio a un niño pequeño y a otro individuo huir de la escena, y lo siguió hasta un bazar chino en el que intentó esconderse, pero no le dejó escapar. Al ver a una pareja de policías locales, requirió su ayuda para detenerle.
La víctima coincidió con su agresor en el portal. Cuando se disponía a entrar en el ascensor el joven bloqueó la puerta para robarle la pulsera y salir corriendo.
Tirón para robar una cadena
Justo unos días antes de este asalto en La Arena se produjo otro en el barrio de Laviada. En esa ocasión fue un vecino de Alcoy, Alicante, de 35 años que asaltó en plena calle a una mujer de 75 años para robarle una cadena que llevaba al cuello con la cruz de la victoria. Fruto de la agresión, que ocurrió en la calle Lieres, la mujer, muy nerviosa, ofreció resistencia y eso motivó que el autor del robo la tirase al suelo, pero sin lograr su objetivo.
De este robo fue testigo un ciudadano que alertó a la Policía y siguió al ladrón para que no escapara. Y eso que el delincuente le amenazó para que se fuera. Luego fue detenido en la estación de tren.
