La decisión del gobierno local de dejar en manos del Consejo Social el dictamen sobre la reforma definitiva del Muro de San Lorenzo -actualmente con solo un carril reservado para el tráfico- ha encontrado el apoyo de la gran mayoría de los miembros de este "instrumento participativo más amplio", como lo definió el miércoles Aurelio Martín, edil de Movilidad. Pero también coinciden en que esa decisión, cuando menos, "llega tarde", como advierte la Federación de Vecinos de la Zona Urbana (FAV). Es más, hay quien ve en esta tardía decisión, como es el caso de Ciudadanos, "un intento de lavado de imagen ante las críticas".

"Es una idea acertada, pero que tenía que haberse hecho ya desde el principio, pero está bien que el modelo definitivo salga del Consejo", dice Manuel Cañete, presidente de la FAV. Más escueto es su homólogo en "Les Caseríes", la federación rural. "El Consejo solo es consultivo, no puede caer ahí la decisión; el que lo armó, que lo deshaga", aporta Manuel González Posada.

En esa misma línea que los vecinos de la zona rural se pronuncian desde la Cámara de Comercio. A la entidad le parece "muy bien" la consulta, aunque también tiene claro que la decisión final "es una competencia clara y específica del Pleno". Eso sí, la directiva cameral tiene claro que cualquier medida "debe contemplar todos los usos, tanto de vehículos como peatones y bicicletas por la propia tipología de la ciudad, lineal y pegada al mar". "Hay espacio suficiente por la propia amplitud que tiene, y eso va unido a la entrada y salida por la zona Este", añade.

Con esa última idea coincide Javier Martínez, en representación de Otea. "Ahora las obras no son beneficiosas para nadie, generan más trastornos que beneficios a la hostelería y al comercio, especialmente por el caos de tráfico", apunta, satisfecho, no obstante, con esta nueva propuesta porque "todo lo que sea conocer la opinión de otros sectores es positivo". "Estamos gustosos de conocer el planteamiento y encontrar puntos en común", añade Martínez.

"Una huida hacia adelante", critica la oposición

Las críticas, recelos y desconfianzas llegan especialmente desde la oposición municipal. Rubén Pérez Carcedo, de Ciudadanos, acusa al gobierno de emprender "una huida hacia adelante para reforzar la idea de provisionalidad" de una actuación hecha desde "la imposición y la improvisación" y "al margen de la normativa urbanística". "Si quisieran participación y consenso rectificarían y darían marcha atrás con esta actuación que no convence a nadie", sostiene.

Las mismas dudas se han instalado en el grupo municipal del PP. "Si querían consenso, ¿por qué no acudieron del minuto uno a ese foro de debate ciudadano?", se pregunta Ángeles Fernández-Ahúja, que ve al gobierno local, "y en especial al área de Movilidad", como "los campeones de la improvisación y de la huida hacia adelante". Además, observa "cinismo" en la actitud de la concejalía. "Dicen que no presentarán ningún proyecto, pero sabemos que son partidarios de la peatonalización y además la están llevando a cabo", estima Fernández-Ahuja.

Más duros se muestran desde Foro y Vox. "Tenemos razones para desconfiar del gobierno del PSOE e IU, que no ha tenido reparos en desoír un consenso histórico como el de la estación intermodal", aporta el forista Jesús Martínez Salvador, que teme que, "tras seis meses sin haber convocado el Foro de la Movilidad", Aurelio Martín quiera "redirigir el debate a un órgano consultivo que se ve capaz de manejar". Ese mismo temor tienen en Vox. "El gobierno local hace una trampa a los gijoneses dando altavoz a quienes de antemano ya conoce que apoyan sus criterios de movilidad para justificar sus actuaciones, que dan la espalda a la opinión mayoritaria de los ciudadanos", explica Eladio de la Concha.

Mejor acogida ha tenido la propuesta en Podemos-Equo, que apoya la idea siempre y cuando se incluya a órganos y entidades que actualmente no tienen cabida en el Consejo, como el Foro de la Movilidad o el colegio de Arquitectos. "Es positivo porque una transformación así requiere diálogo, participación y consenso", comparte el edil Juan Chaves.