La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

JUAN CARLOS CAMPO | DIRECTOR DE LA ESCUELA POLITÉCNICA DE INGENIERÍA

"Hay otros sectores importantes, pero nada lo es más que la formación de los jóvenes"

"La pandemia afectó a un cuarto del curso pasado; ahora está en riesgo todo un curso completo, y eso ya son palabras mayores"

Juan Carlos Campo, en la Escuela Politécnica. ÁNGEL GONZÁLEZ

Nunca había pensado Juan Carlos Campo (Gijón, 1970) tener que afrontar un inicio de curso tan radicalmente diferente a todo lo conocido, por más que en las aulas de su escuela siempre se vaya un paso por delante. El director de la Escuela Politécnica de Ingeniería de Gijón, cargo que ocupa desde 2014, lamenta que la educación haya quedado un tanto relegada en la toma de medidas para la normalización en mitad de la pandemia, y reclama que se aporten soluciones comunes para un mismo problema: una vuelta a clase a partir del 10 de septiembre segura, para que el nuevo curso que arranca pueda avanzar con los sobresaltos justos, y con una matrícula que rondará los 750 nuevos alumnos en el centro.

- ¿Está claro el protocolo para la vuelta a la actividad docente presencial en la Escuela? ¿En qué consistirá?

-Hay un protocolo general muy extenso de la Universidad revisado según las instrucciones de la Consejería de Sanidad y luego una serie de cuestiones específicas de nuestro Centro. Una de las claves es que el aforo máximo queda limitado al 50 por ciento, lo que sigue la línea general de otras universidades que conocemos y da pie a organizar la docencia de forma esencialmente presencial que es lo que está resultando habitual también en otras universidades. Respecto a nuestro centro, además, vamos a empezar todos el día 10 de septiembre pero solo primero de grado presencialmente. Después de los ajustes, empezaría segundo una semana de después, y el resto a la tercera semana.

- ¿Echan de menos alguna medida?

-Respecto a las medidas parecen razonables. En su momento hicimos notar que debería contemplarse de forma específica lo que en la Universidad se conoce como grupos muy reducidos, de menos de 20 alumnos, lo que afecta a las prácticas. Quizás echo de menos saber el protocolo de actuación cuando se produzca algún caso en nuestro entorno y creo que debería acompañarse de mensajes uniformes tanto del Principado como del Consejo Social para transmitir solidez.

- ¿Ha faltado más planificación?

-Con unas condiciones tan cambiantes y con tantas variables puede ser un recurso fácil pedir una planificación llamada a ser rectificada al poco. Lo que echo de menos es que la sociedad tenga un mensaje sin ambigüedades respecto a la importancia de la formación y la educación. Lo fácil es cerrar, confinarse, lo difícil es buscar el equilibrio entre la solución que suponga mayor beneficio a un riesgo aceptable. Para esto se necesita cohesión social y liderazgo. No tengo dudas de que hay muchos sectores muy importantes para toda la sociedad pero tampoco me cabe duda de que no hay nada más importante para una persona joven que su educación y su formación. Uno de los pilares, además, del estado de bienestar junto a la sanidad, por cierto. También me preocupa la diversidad de respuestas al mismo problema. Se dice que cada una de las 17 comunidades ha llevado 17 soluciones diferentes, pero es que en la propia Universidad 16 centros y 5 cinco adscritos han llevado a otras tantas variantes y con el resto del sistema educativo pasa lo mismo. Si no hay un mensaje uniforme el sistema queda muy expuesto a los riesgos y a las inevitables malas noticias y se da pie a que surja el cuestionamiento popular.

- ¿Están preparados para un hipotético nuevo confinamiento?

-En este sentido lo peor ya ha pasado. Estos meses han obligado a un aprendizaje, tenemos algunos recursos más, sabemos lo que funciona y lo que no. No obstante, el curso pasado fue un cuarto de curso lo afectado por el confinamiento. Ahora está en riesgo todo el curso y esto son palabras mayores. Los planes de estudios son trajes a medida y un cambio tan radical no se hace sin que se abran algunas costuras.

- ¿Es el momento de implantar definitivamente un modelo completamente on-line?

-En mi opinión no. El modelo general idóneo para una Universidad como la nuestra es el modelo presencial o semipresencial, salvo en algunos casos muy concretos. Puede ser conveniente de cara al futuro una reducción de presencialidad y así se ha diseñado el Grado en Ciencia e Ingeniería de Datos, pero la anulación de presencialidad no tiene nada de positivo salvo para personas que ya están incorporadas al mercado laboral y que no tienen otra opción. La Universidad es mucho más que el conocimiento que se transmite en las clases y el propio entorno es muy relevante, y dentro de él, el contacto con sus iguales, el profesorado y el propio medio es esencial.

- ¿Cuántos alumnos tendrán este nuevo curso?

-Cabe pensar que similares al año anterior. Al final esto no se llega a saber hasta ya entrado el curso pero estaremos por 750 personas nuevas en el conjunto de la Escuela.

- ¿Qué estudios son los más demandados?

-Hay un tirón muy fuerte de las titulaciones relacionadas con las TIC como el Grado en Ingeniería Informática. El grado en Ingeniería de Organización Industrial también continúa teniendo una acogida excelente.

- ¿Para cuándo los nuevos grados?

-En principio, el Grado en Ciencia e Ingeniería de Datos, si todo va como está previsto, debería entrar en el curso 2021-22. Pese a lo que mucha gente pueda creer, este centro ha hecho más recortes en planes de estudios que ampliaciones contando incluso con el Grado en Ingeniería de Organización. Bien es cierto, que ahora con el Grado en Ciencia e Ingeniería de Datos realmente habrá un crecimiento neto en la oferta del Centro pero no se olvide que hemos estado también a desprenderse silenciosamente de lastre.

Compartir el artículo

stats