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Un conflictivo grupo de menores acorrala a dos policías tras negarse a usar mascarilla

Dos de los implicados, de 14 y 15 años, fueron detenidos por amenazas de muerte y resistencia l Protagonizan incidentes a diario en La Calzada

Un coche de la Policía Local patrullando por La Calzada Juan Plaza

Un grupo de menores que acostumbran a reunirse en los aledaños de las piscinas de La Calzada trae de cabeza a la policía (Nacional y Local indistintamente), que lleva desde el viernes interviniendo de forma continuada en la zona por conflictos que provocan estos jóvenes, como el robo de un coche el pasado domingo, tal y como publicó LA NUEVA ESPAÑA. El último incidente, ocurrido en la noche del lunes, se saldó con dos menores de 14 y 15 años detenidos por desobediencia y atentado a agente de la autoridad después de tratar de agredir y amenazar de muerte a los policías que les recriminaron que no llevasen puesta la mascarilla. Pese al refuerzo policial en la zona, que lleva a identificarles "a diario", vuelven una y otra vez a las andadas por ser menores de edad.

El altercado más reciente tuvo lugar a las nueve de la noche del lunes, justo después de que una llamada alertase de la presencia de un grupo de jóvenes, chicos y chicas, que estaban reunidos sin mascarilla en la confluencia de la calle Simón Bolívar con la avenida de Juan Carlos I, detrás de las piscinas. Dos agentes de la Policía Local bajaron del coche y se toparon en efecto con diez jóvenes, con sus respectivas bicicletas, sin mascarilla ni distancia de seguridad.

Los menores, el mayor podría tener 16 años a ojos de los agentes, se pusieron rápidamente la mascarilla al ver a los agentes. Todos menos uno. Este individuo, conocido de la policía, la llevaba en el cuello y se negó en rotundo a ponerla correctamente. Ante su actitud chulesca y hostil, los agentes le pidieron la identificación, pero se envalentonó todavía más. "La llevo bien puesta, a mí qué me cuentas, qué dices flipao", respondió este menor a la autoridad. Justo cuando le comunicaron que tendría que acompañarles a la Jefatura de la Policía Local para ser identificado, el adolescente trató de huir y es por ello que le sujetaron para evitarlo.

Los dos agentes se vieron rodeados por todo el grupo de menores en cuestión de segundos, comenzando a insultarles y a amenazarles. Uno de ellos hasta se encaró directamente con los agentes al tiempo que les amenazaba de muerte directamente. Justo en ese momento comenzaron a llegar varias patrullas de refuerzo, y también personas conocidas y familiares de los menores para tratar de calmar los ánimos. No fue posible. Cuando quisieron volver a identificar a los dos implicados -el de la mascarilla y el de las amenazas- volvieron a ignorar las indicaciones policiales.

Los agentes, tras muchos minutos de paciencia, optaron por cogerles del brazo para llevarles al vehículo policial, logrando que ambos menores comenzasen a lanzar puñetazos al aire para soltarse. Lejos de conseguirlo acabaron esposados y trasladados a dependencias de la Policía Nacional tras pasar por el centro de salud (cada uno a uno distinto). El ambiente hostil hacia los agentes evitó que pudiesen identificar a más personas de las allí presentes. Todos esos acompañantes fueron detrás a Comisaría para arropar a los dos arrestados.

El problema de estas intervenciones, como ocurrió el lunes, es que, tras poner los hechos en conocimiento de la Fiscalía de Menores, vuelven una y otra vez a la calle para reincidir.

Son todos menores, de edades entre los 14 y 15 años que coquetean con la delincuencia de forma periódica. Cuando no roban un coche, como ocurrió el domingo, están molestando a otros menores más pequeños de la zona, a veces tratando de sustraerles objetos de valor. La Policía Nacional y la Local, han reforzado notablemente su presencia en la zona de las piscinas, que es donde acostumbran a reunirse.

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