"Lo segundo, ya no tanto" fue la carta de presentación de "Carolina Durante" en el escenario gijonés del festival Tsunami, en el entorno de la Laboral Ciudad de la Cultura. Y después, como no, una mención al tiempo tras un fin de semana de temporal: "¿Qué tal? ¿Como estáis? Hace mucho frío", dijeron los integrantes de la banda madrileña que va de boca en boca desde hace un par de años.

Cuando la organización del festival "Tsunami Xixón" se recuperó de la cancelación inicial de sus conciertos, lo hizo manteniendo consigo algunas de las grandes bazas con las que contaba su cartel de este año. Entre ella, "Carolina Durante", que ayer cumplió haciendo vibrar a unos incondicionables que, incluso, encontraron la forma de bailar desde sus sillas y distancias de seguridad. Poco más de treinta asientos libres dan fe del tirón del grupo.

De la guitarra de Mario del Valle, la batería de Juan Pedrayes, el bajo de Martín Vallhonrat y la voz de Diego Ibáñez salieron ayer las reverberantes notas de diversión y desenfado gamberro que componen las canciones de estos jóvenes. Viajaron del escenario al público como "Del horno a la boca", última entrega (lanzada el pasado viernes 28) que engloba los tres temas hechos por la banda durante el confinamiento. Un título que alude a la rapidez de difusión de estas canciones, y también del momento de transición por el que está pasando el grupo madrileño, cuya transitoriedad apunta hacia un álbum en el futuro.

Los temas de este último trabajo se sumaron a los de su único y homónimo álbum y a otros eps anteriores para ir calentando la noche. El público fue disfrutando de las versiones en directo de "Nuevas formas de hacer el ridículo", "El año", "Nuevos vicios", "El himno titular", "Cuando niño", "El parque de las balas", "Niña de hielo" y el, perfecto para un último fin de semana de agosto, "En verano, Ornitofilia". Luego llegarían las míticas.

Todo ello trufado con los personales bailes de un Diego Ibáñez supermotivado y sus reflexiones sobre el tiempo y las estaciones. "Es horrible el verano", confesó recordando los calores de Madrid y no precisamente el frío de la noche. De hecho, el mal tiempo fue la razón de que Ibáñez y los suyos dieran un especial agradecimiento a quienes fueron ayer hasta la Laboral. Más, reconocieron, para ver un grupo como ellos que precisamente no se disfruta al máximo desde un silla y sin casi moverse para mantener la distancia de seguridad.

El tono desenfadado de los creadores de "Cayetano" -la reconocible canción que el grupo dedicó a sus amigos cayetanos que en la versión de anoche en Gijón ni votan al PP, ni votan a Ciudadanos, votan a Vox- y "La noche de los muertos vivientes" -que fue el tema que les introdujo en la música y ayer les sirvió de inicio de despedida- han pasado ya hace un tiempo de ser grupo revelación para ser cabeza de cartel en muchos festivales.

Y parece que la racha puede seguir. Bolos no les faltan. A Gijon llegaron tras pasar por Barceloan y Almazán y el dia cuatro ya tien cita en el parque Tierno Galván de Madrid.