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La base del "Elogio", con un deterioro equivalente "al de 500 años" por la limpieza de las pintadas

El arquitecto Lorenzo Fernández Ordóñez plantea una actuación rápida para proteger la superficie del monumento a la que se alcanza con el brazo

Contraste entre la franja afectada por las pintadas y la superficie no accesible del "Elogio", en una imagen tomada ayer. ÁNGEL GONZÁLEZ

¿Alguien quiere saber cómo se verá de cerca el "Elogio del Horizonte" dentro de 500 años? Lo tiene fácil; le basta con contemplar la textura y el tono que tiene la base del monumento, que ha sufrido el mismo deterioro que de forma natural tendrá el resto de la escultura. El origen de esta situación son las sucesivas pintadas y la limpieza de las mismas en sus treinta años de historia, que han acabado por despellejar el hormigón en esa zona, eliminando la lechada que lo recubre. Revertir ese proceso y proteger a la escultura en su conjunto es lo que se plantea ahora dentro del proyecto Innovaconcrete, liderado por la Universidad de Cádiz y en el que participa, a petición de la familia Chillida, el arquitecto madrileño Lorenzo Fernández Ordóñez.

"Lo que ahora se ve en la parte de abajo es lo que se podrá ver dentro de 500 años en la restante superficie del 'Elogio' por la erosión natural del hormigón", explica el arquitecto madrileño, que estos días ha estado junto a un equipo de varias personas efectuando pruebas con productos innovadores para la limpieza de las pintadas, pruebas de extracción de los cloruros (sales) que penetran en el hormigón, que es un material poroso, y pueden acabar oxidando su forjado y pruebas con productos para recubrir el "Elogio" que permitirán la limpieza de pintadas sin dañarlo y además evitarán la entrada de los cloruros disueltos, al ser hidrófugos.

La actuación necesaria para recuperar y proteger frente a actos vandálicos la base del "Elogio" se podrá ejecutar en un plazo de tres semanas a un mes. Antes el arquitecto se pondrá en contacto con la familia del escultor para ver si aceptan, además del tratamiento ya apuntado, usar pintura o una capa de lechada para cubrir la zona deteriorada y volver a darle así uniformidad a toda la superficie de la escultura. Este último sería siempre un tratamiento fácilmente reversible, apunta. Fernández Ordóñez espera tener la respuesta antes de que acabe septiembre, tras lo que presentará al Ayuntamiento una propuesta de actuación a corto plazo en la zona del "Elogio" "hasta la que alcanza un brazo", algo más de dos metros de altura del total de 10 metros de alto que tiene la obra de Chillida. El Ayuntamiento será quien licite ambos trabajos.

En una segunda fase, a un año vista, se efectuaría el tratamiento para la zona del monumento no accesible a pintadas, que fundamentalmente consistiría en la extracción de las sales que han penetrado en el hormigón y en el recubrimiento con la capa hidrófuga protectora, imperceptible para el observador.

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