Los bares de copas de Gijón podrán abrir en horario diurno y, además, con música ambiental. Así lo acordaron ayer Ayuntamiento y OTEA en una reunión conjunta impulsada por la patronal hostelera, que había remitido una carta al Consistorio pidiendo que tomase medidas en este sentido, tal y como adelantó LA NUEVA ESPAÑA. Ahora será una resolución de Alcaldía la que modifique la actual ordenanza, permitiendo que los locales con licencia de música amplificada puedan acogerse a la licencia de música ambiental y abrir así sus puertas entre las 11 de la mañana y la 1 de la madrugada. Tendrán que ser los propios hosteleros interesados los que hagan la petición del cambio de licencia. Según estima la patronal, podrían beneficiarse de esta medida hasta medio centenar de bares de copas y discotecas de toda la ciudad.
El acuerdo fue acogido con buenas palabras desde el sector, que no obstante entiende que solo ha de ser un primer paso antes de encontrar una solución global. "Es una excelente noticia, pero no mejora la situación del ocio nocturno", explica el presidente de la patronal hostelera de Asturias, José Luis Álvarez Almeida, que sigue abogando por buscar una solución transversal al problema. "La gente sigue estando en casa, con los locales cerrados y asumiendo todos los pagos sin recibir ingresos", enfatiza Álvarez Almeida, que entiende que esta medida puede aliviar en parte esas pérdidas, pero no remediar por completo la situación. "No soluciona el problema, pero es un avance", sentencia.
El punto diferencial de Gijón -donde ya se suprimieron las tasas de basuras, agua, alcantarillado y terrazas para ayudar al sector- es que, a diferencia de otros ayuntamientos de la región, permitirá a los bares poner música ambiental. Precisamente, la falta de música fue uno de los motivos que llevó a los bares de copas ovetenses a negarse a abrir sus puertas en horario de día, después de que Alcaldía les facultase para ello. En el caso gijonés, los bares podrán poner música "de manera que al máximo volumen genere niveles sonoros máximos de 70 decibelios en todos los puntos del local", según consta en la normativa de ruidos vigente en la ciudad. Sin embargo, únicamente podrán colocar terrazas aquellos locales que ya las tuvieran de antemano y no podrán tener servicio de restauración, ya que se trata de una licencia distinta.
"La música no transmite el virus, no hay diferencia entre un bar a las dos de la tarde y a la una de la mañana", insiste Álvarez Almeida, que entiende que "lo que hay que hacer es poner medidas más restrictivas con los contactos, no cerrar los bares de copas".
Desde la patronal hostelera, aunque aseguran no tener números concretos, se asegura que el balance que hace de la situación del ocio nocturno es "dramática, es el caos" ya que "no recibieron ningún tipo de ayuda del Gobierno, ni tampoco información sobre cómo actuar". Es por eso que ya desde hace semanas desde OTEA se lleva pidiendo al ejecutivo regional un plan de choque para el sector, con ayudas a empresarios y autónomos para poder superar la crisis económica que sucede a la sanitaria.
Con todo, Álvarez Almeida estima que "no se acogerán muchos locales" a esta nueva medida, que pide hacer extensible a toda Asturias. La razón es que ya hay muchos bares que cuentan con la doble licencia -para abrir en horario nocturno y diurno-. Además, como ya habían avanzado desde la patronal hostelera, "no es fácil reconvertir un bar de copas en un bar de día".
Sin embargo, Álvarez Almeida tiene claro que "aunque el verano ya está perdido, hay que mirar hacia el futuro", entendiendo que habrá muchos locales de la ciudad que tendrán que apostar por "cambiar de orientación" para hacer frente a la crisis económica tras la pandemia.
