El proyecto de ordenanzas fiscales que el equipo de gobierno presentará para su votación en las próximas semanas incluye la suspensión del IBI diferenciado en 2021. La medida, petición expresa de IU en el pacto de gobierno y fundamental para el apoyo de Podemos-Equo para sacar adelante los presupuestos y las anteriores ordenanzas fiscales, se suspendió ya este año antes de comenzar a cobrarse, a causa de la crisis del coronavirus. Algo que no sentó bien a la formación morada. De hecho el grupo municipal podemista, por medio de su portavoz Laura Tuero, ya advirtió ayer que ese aspecto es fundamental para que puedan dar su apoyo a las ordenanzas fiscales en tramitación y dejando claro que, de no ser así, el PSOE tendrá que negociarlas "con la derecha".

El IBI diferenciado, o IBI para ricos, era la gran novedad fiscal de este 2020. Suponía subir el tipo del 0,45 al 0,79 a propiedades no residenciales de más de un millón de euros, en concreto 67 comercios, 39 oficinas, 22 aparcamientos y 21 locales de ocio y hostelería. La decisión de la Alcaldía de no ejecutarlo supone dejar de ingresar cerca de 2,2 millones.

"El PSOE se rectifica a sí mismo", censuró ayer la edil popular Ángeles Fernández-Ahúja tras la comisión de Hacienda en la que se informó de esta medida y donde la oposición se mostró molesta porque las ordenanzas apenas sufren modificaciones respecto al año pasado -solo cambian las tasas del Patronato Deportivo, de zanjas y de conducciones eléctricas-. "Hacen falta bonificaciones fiscales que ayuden a las familias, autónomos y pymes", explica la edil popular Ángeles Fernández-Ahúja. Por su parte, Rubén Pérez Carcedo, de Ciudadanos, advierte que "se suprimirán las actuales bonificaciones para paliar los efectos de la crisis". Jesús Martínez Salvador, de Foro, pide "revisar a la baja" los impuestos.