Siguiendo el modelo de la madrileña calle de Fuencarral, la plataforma Stopmuro propuso ayer cerrar al tráfico la avenida de Rufo García Rendueles únicamente durante los fines de semana, cuando más gente hace uso de ese espacio, favoreciendo la posibilidad de mantener la distancia interpersonal recomendada a causa de la pandemia del coronavirus, pero afectando lo menos posible al tráfico rodado. Una propuesta que, aseguraron, ya pusieron sobre la mesa del Ayuntamiento en las reuniones mantenidas con la Alcaldesa de Gijón, Ana González, pero "no nos hicieron caso", lamenta la portavoz del colectivo, Montse Medina.

"El paseo del Muro podría cerrarse los fines de semana y abrirse el lunes a primer hora de la mañana", verbalizó Julián Gómez Sarasúa, miembro del colectivo crítico con las peatonalizaciones. Para Gómez, esta medida, menos drástica que la tomada, "no hubiera costado ese dinero y no hubiera alterado la movilidad de la ciudad", remarcando que "en cualquier cabeza razonable sería la mejor opción".

Así lo aseguraron a las puertas del edificio administrativo de la Antigua Pescadería, donde acudieron para entregar las 8.046 firmas que llevan recogidas en poco más de un mes entre asociaciones vecinales, comercios e incluso taxistas. "Hay comercios que no quisieron recoger firmas por miedo a represalias", llegó a asegurar Medina. Con todo, su petición es clara: "que El Muro y la avenida del Molinón vuelvan a su estado: con dos carriles hacia el Piles y uno hacia el centro en la avenida Rufo García Rendueles y abrir al tráfico la de El Molinón".

A merced de las firmas recogidas, Medina asegura que "está bastante claro el apoyo ciudadano", más aún si se suma el aliento que reciben en redes sociales, donde, aseguran "hay mucho descontento". Medina también aprovechó para contestar al edil de Movilidad del Consistorio, Aurelio Martín (IU), remarcando que "no queremos hacer una autopista, pero sí que haya como mínimo un carril en cada dirección, como prevé el Plan General de Ordenación de obligado cumplimiento". Igualmente, aseguraron que los estudios de usuarios que maneja el gobierno local, y publicados por LA NUEVA ESPAÑA, no son ciertos. "Es imposible que pasen 2.000 personas a la hora por el Muro", enfatiza.

Así lo cree también José Antonio Risueño, miembros de la plataforma, que asegura que "la gente le da uso a la nueva zona peatonal por la novedad, pero en cuanto pasen diez días el Muro se queda vacío, solo pasearemos por allí los que vivimos en La Arena, la gente no va a ir por la sombra teniendo el sol en frente, al lado del mar. Es como ir al teatro: vas a butaca, no al gallinero", remarca.

Además, Medina quiso aprovechar para contestar a las críticas realizadas por la Alcaldesa de Gijón, la socialista Ana González, acusándoles de "tener detrás" a un partido político de la ciudad, así como de verter insultos contra ella, valorando incluso tomar acciones legales. "Acudir a los tribunales me parece un absurdo y un sinsentido", remarca la portavoz, "hay que respetar la opinión de la gente, tiene que haber libertad de expresión y la crítica es siempre constructiva, sea positiva o negativa", pero remarcando que "ningún miembro de Stopmuro insultamos ni pedimos su dimisión". Respecto a su afiliación política, Medina deja claro que "no tenemos detrás ningún partido, lo dije por activa y pasiva. La plataforma es transversal, apolítica, es un movimiento ciudadano", pidiendo a la Alcaldesa "que deje de difamar, que digan claramente cuál, quién y por qué; que no se anden con vaguedades".