Daniel Martínez Junquera (Gijón, 1985) asumió el pasado mes de junio el difícil reto de dirigir el área de Turismo de Divertia para salvar un verano marcado por la crisis sanitaria del coronavirus. Los datos, asegura, han sido mejores de lo que se esperaba, pero el exdirector del Hotel Abba y presidente del Club de Empresas de Turismo de Negocios del Principado de Asturias durante varios años ya advierte que el otoño e invierno se avecinan "complicados".
- ¿Cuál es el balance turístico del verano del covid-19?
-Dentro de lo que ha sido estar casi cuatro meses con estado de alarma y los establecimientos cerrados el balance es positivo. Ni siquiera me imaginaba que fuésemos a tener un verano como el que hemos disfrutado. No ha sido un verano normal, pero una vez analizados los datos, y cotejado con las sensaciones del sector turístico, nadie esperaba que esos números fuesen a ser tan buenos.
- ¿Qué dicen esos números?
-La tasa de ocupación hotelera fue de un 51% en el mes de julio. Comparativamente con el año pasado son veinte puntos menos, pero es algo evidente y normal. Lo que queremos destacar es que las comparativas no deben hacerse con otros años y sí con otros destinos. Y dentro de los destinos de la España verde hemos sido uno de los más visitados de la cornisa cantábrica. El trabajo de muchísimos años, la apuesta por la calidad y ser una ciudad abierta, además de la poca incidencia en la región de contagios, han sido las claves para que el verano sea así.
- ¿Y el mes de agosto?
-Aún no tenemos datos estadísticos oficiales. Sí hemos recogido datos de gran parte de los hoteles de la ciudad y se están moviendo en unas ocupaciones de entre el 70 y 80 por ciento. Son números que estarán muy por debajo del 2019, pero insisto en la comparativa con la España verde.
- ¿Solo turismo nacional?
-Era lo que preveíamos, que la demanda casi al 100% iba a ser nacional. Además, los visitantes han sido los habituales, como Madrid, País Vasco y Castilla y León. Galicia, también. Incluso de la zona de Logroño y Zaragoza. Lo han hecho con las ganas de disfrutar de un respiro. El turista internacional, en cambio, ha sido algo residual, porque las conexiones son las que son, están paradas y el turista que ha podido venir lo ha hecho con su coche desde Francia o países cercanos.
- ¿Qué tipo de turista busca para Gijón?
-Queremos que Gijón sea un referente en el turismo de calidad, que puedan venir familias, con niños, a disfrutar de los entornos abiertos que ofrece la ciudad, sus recursos museísticos, gastronómicos y artísticos y culturales. Queremos buscar el crecimiento, a largo y medio plazo, del turista internacional, que puede generar un tipo de turismo de calidad que es necesario.
- ¿Se está consiguiendo o la ciudad sigue anclada en el turismo de bocadillo y poco gasto?
-Es un año raro para sacar conclusiones, pero el objetivo es trabajar un turista que deje dinero en la ciudad, en restaurantes, compras en comercios y visitas que puedan hacer. Ese es el objetivo marcado, independientemente que venga otro tipo de turismo, pero que no es el que buscamos.
- ¿Como el de las despedidas de soltero?
-Apostamos por turismo de calidad y familiar, pero las empresas que se dedican a ese tipo de turismo debemos trabajar para que puedan seguir haciendo su actividad sin falta de tener que seguir con las despedidas. La empresa lo que quiere es ganar dinero, y debemos darles armas para que pueda ganar dinero. Lo trabajaremos. Nuestro objetivo es que estas empresas se beneficien de otro tipo de turismo. Queremos otro perfil de turista.
- ¿El turismo de cruceros está desaprovechado?
-Es un tipo de turismo en el que tenemos que trabajar y potenciar para cuando esos pasajeros que nos visitan puedan realmente conocer y disfrutar Gijón. Deben aportar a la economía local. Es un punto que queremos trabajar desde Gijón Turismo y potenciar. Son por ejemplo 4.000 personas, son muchas, y aunque algunos no se bajan del barco, los que lo hagan debe reflejarse ese impacto económico en la ciudad.
- ¿Qué ideas tiene para lograrlo?
-La semana pasada nos reunimos con la Autoridad Portuaria y estamos analizando los datos de cruceristas que pasan por la ciudad y su perfil. Estamos estudiando lo que viene para luego trazar una línea que nos interese. De momento no hay ninguna idea, pero estamos en ello.
- La pandemia ha cancelado muchos congresos justo cuando Gijón comenzaba a destacar por este tipo de turismo.
-Es importante que se sepa que Gijón es un destino con un alto porcentaje de lo que se denomina "business travel", que es la alta dependencia, fuera de la estacionalidad del propio turista vacacional de puentes, verano o Semana Santa. Es la dependencia por un turista corporativo, de reuniones o congresos o que viene a trabajar una semana a una empresa puntera? Este tipo de turistas son muy importantes, pero hay que ser realistas y ahora no se pueden hacer grandes eventos, así que será muy difícil cubrir ese hueco fuera de la estacionalidad.
- ¿Pero hay opciones?
-Estamos haciendo campañas para suplirlo con fines de semana, experiencias, viajes? No tenemos una bola de cristal, pero se avecina un otoño muy complicado a partir del 12 de octubre.
- ¿Cómo de complicado?
-Complicado. Complicado.
- ¿En qué trabajan ahora?
-Comercializaremos el destino e intentaremos aprovechar estos meses para trabajar pensando en el futuro. Asturias ha sido una de las regiones de España más visitadas durante la pandemia, y esto que hemos conseguido de una manera natural debemos utilizarlo como una herramienta estratégica para posicionar este destino de cara a futuro. En este momento tan complicado que tenemos por delante, se harán campañas y se intentará captar visitantes del verano para potenciarlo este otoño, pero hay que ser realistas, no va a ser suficiente con la perdida de flujo de visitantes.
- ¿Qué le falta a la ciudad para convertirse en destino de calidad?
-Tiene ya muchos atractivos, y el reflejo es el alto numero de visitantes que tenemos de verano. A la ciudad le falta dinamizar el crecimiento estival y crecer por las alas de esos meses, es decir, potenciar junio y septiembre y tener un crecimiento más sostenible. Pero Gijón tiene muchos atractivos culturales, gastronómicos, paisajísticos... Hay muchas herramientas para vender Gijón. La posibilidad de llevar a cabo ese crecimiento, con eventos o turismo de congresos.
- ¿Y de infraestructuras?
-El hotel de cinco estrellas es necesario para un tipo de público que te pueda aportar las ocupaciones dentro de lo que es el segmento de hotel de cinco estrellas. Eso, ahora, en la ciudad es necesario en un periodo muy corto de tiempo, porque el resto del año sería un hotel que competiría con los de cuatro estrellas. Lo vemos en otras ciudades de Asturias, donde hay hoteles de cinco y fuera de temporada están vendiendo igual o más barato que los de cuatro. Entonces, primero hay que construir unos cimientos para tener ese turismo de calidad que estén dispuestos a pagar esas tarifas y luego una oferta que complemente.
- ¿Cómo están esos cimientos?
-Hemos aprobado un plan estratégico que nos dará lo que queremos para los próximos cuatro años. Una parte importante tendrá que ver con el ámbito privado, con lo que las empresas van a necesitar y nosotros poder darles. Y luego que el turismo va a cambiar, no es el que conocíamos hace escasos meses, va a cambiar totalmente tanto a nivel local como nacional e internacional. Debemos comunicar. Ahora tenemos unos datos que reflejan que se han hecho bien las cosas y tenemos un producto muy bueno. Más allá de los pocos contagios está la actuación que se hace ante ellos, y eso genera seguridad.
