El avilesino de 35 años detenido en agosto de 2018 por abusar sexualmente de una mujer discapacitada tras el Acuario de Gijón reconoció ayer los hechos ante el tribunal de la sección octava y aceptó seis años de cárcel por un delito de abuso sexual después de que la Fiscalía rebajase su petición inicial -solicitaba una pena de ocho años, tal y como adelantó LA NUEVA ESPAÑA- al contemplar como atenuante la drogadicción del procesado. "Mi cliente es consumidor habitual y ese día estaba drogado; no recuerda mucho lo que pasó", explicó el abogado defensor, ayer, a la salida de la vista oral, que se celebró a puerta cerrada. Este individuo cuenta con antecedentes, pero no por delitos sexuales.

Los hechos enjuiciados tuvieron lugar a las 11.30 horas del 1 de agosto de 2018 en la explanada de la playa de Poniente, momento en el que el procesado conoció a su víctima. Según el relato del fiscal, este individuo "aprovechó que la mujer padecía un retraso mental ligero y un trastorno de la conducta con limitaciones funcionales" para entablar una conversación con ella, aprovechando los paseos habituales de su víctima. Se acercó a ella y le preguntó por la playa del Arbeyal para, acto seguido, cogerla de la mano, abrazarla y llevarla detrás del Acuario. La víctima, que no ejerció la acusación particular, tiene reconocida una discapacidad psíquica-física del 65%.

Este individuo tenía preparada una toalla en el suelo en ese lugar, según el relato del fiscal que ayer reconoció el procesado. Al llegar, y sin emplear fuerza ni violencia, consumaron las relaciones sexuales. Cuando completó los abusos, el procesado se fue y dejó a su víctima sobre la toalla, "que posteriormente utilizó para limpiarse". Luego, ella se dirigió a su domicilio, donde les contó a sus padres -presentes ayer en el Juzgado- lo que había sucedido sin darle mayor importancia. Los progenitores acudieron de inmediato a las dependencias policiales de El Natahoyo para denunciar los hechos. De la investigación se encargó la Unidad de Familia y Mujer (UFAM).

Personado en Comisaría

La afectada, que pese a su edad es como si de una niña de seis años se tratase, no pudo ofrecer una descripción detallada de su agresor. No obstante, las pesquisas permitieron con el tiempo identificar al sospechoso, pero no se le encontró en su domicilio. Poco después, al saber que le buscaban, se personó en la Comisaría de Avilés, pensando que sería por cualquier otro delito de los que acostumbraba a protagonizar.

A los seis años de cárcel deberá sumar una década de libertad vigilada, con alejamiento de su víctima y el pago de una indemnización por los daños morales de 12.000 euros.