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La compra de fincas y viviendas se dispara en la zona rural tras la pandemia

"De poco va a servir el interés si no tenemos internet para teletrabajar ni un saneamiento decente", critican los vecinos, que piden más limpieza

Maleza en un camino de la zona rural de Jove. ÁNGEL GONZÁLEZ

Asombrados por el reciente interés que sus fincas y casas deshabitadas están provocando en potenciales compradores, la zona rural reactiva su tejido asociativo y pide agilizar las labores de adecuación de una parte de la ciudad que sus vecinos consideran "abandonada". Con tramos todavía sin cobertura suficiente para una conexión a internet -o con una velocidad tan escasa que impide usarlo para estudiar o trabajar- y barrios enteros sin saneamiento, los residentes de pueblos y parroquias temen dejar de ser atractivos y perderse la oportunidad de engrosar su censo de habitantes. El gran problema común que trae de cabeza a toda la zona rural, no obstante, es el desbroce y limpieza de fincas. El Ayuntamiento ya había anunciado hace meses que dejaría de encargarse de la adecuación de terrenos privados -no es su competencia- y el descuido de estas fincas, junto a las cunetas y laterales de caminos de interior, están provocando ya reuniones entre parroquias para decidir qué acciones tomar. Agradecen, eso sí, que el edil José Ramón Tuero ya haya empezado a mostrar interés para visitantes.

En Granda, el presidente local Félix Gómez ya habla de un "boom de la construcción". "Es espectacular y tiene sentido; Gijón ya no puede crecer mucho más al este y al oeste y ahora nos toca a nosotros", razona. Para poder recibir en condiciones a estos nuevos residentes, no obstante, pide retomar las "pequeñas obras paralizadas" por la crisis por coronavirus, poniendo especial hincapié en el arreglo de cunetas y retirar algunos árboles "con riesgo de derrumbe" en la Carbayera de Granda. También ha solicitado reducir la velocidad a 30 en la confluencia de carreteras y caminos, así como la posibilidad de instalar pasarelas en puentes para no compartir espacio con los vehículos.

Lo del arreglo de cunetas trae de cabeza a Consuelo Gómez, de Cenero, que se mostraba ayer indignada al ver a los técnicos limpiando la carretera vieja a Oviedo pero arrojando los restos en los laterales. "Luego caen cuatro gotas y hay inundaciones, porque las alcantarillas se taponan. El Ayuntamiento pasa olímpicamente de la zona rural. No quiero cursos, quiero internet, carreteras limpias, ríos limpios y luz", critica. Opinión similar a la de Marta Martínez, de Porceyo, que lleva semanas recibiendo llamadas de vecinos "que ya no saben qué hacer". La limpieza de matorrales de caminos y fincas es, en realidad, una queja compartida por toda la zona rural. Alegan que, pese al bando municipal que obliga a que cada propietario limpie su terreno, hay muchas zonas abandonadas o cuyos dueños fallecieron sin que sus herederos se den por aludidos. También en Deva, según el presidente Antonio García, la limpieza de caminos es "una tarea pendiente". En zona, además, también están viendo grúas en algunas fincas hasta ahora abandonadas. Y en Caldones, según Isabel Fano, la limpieza ya ha empezado pero solo "en carreteras generales". Las podas también están sin hacer en Castiello de Bernueces. José María Rubiera advierte que "en muchos caminos, si vas arrimado destrozas el coche y si vas por el medio te juegas un accidente". Y en Fano, dice Jorge Manuel Rodríguez, junto al desbroce también es necesario retomar el asfaltado de varias vías.

En Cabueñes, añade Alexandra de la Fuente, lo inquietante son las carreras ilegales. "La gente está muy nerviosa. Las carreras se oyen constantemente y la gente que trabaja en turnos de noche o tiene críos que vuelven tarde en bicicleta tienen miedo", asegura.

Desde La Pedrera, Miguel Llanos no entiende que "en pleno siglo XXI y a siete kilómetros de Gijón muchas zonas aún no tengan saneamiento". Es otra queja compartida por buena parte de la zona rural. "Con los hijos estudiando, es imposible, pero tampoco se puede teletrabajar", critica. Llanos pedirá, además, instalar paneles informativos para informar de actividades de la asociación y también empieza a ver también "a mucha gente preguntando por casas en venta", pero "va a servir de poco sin internet ni saneamiento decentes". Lo del saneamiento, por ejemplo, también lo comparte Eusebio Ortega, de San Andrés de los Tacones. "Al estar afectados por la Zalia no va a querer venir tanta gente por si al final le quitan lo que compran", lamenta. Elena Medina, de Roces, dice que en su zona no se está notando tanto el "boom" de vivienda porque apenas quedan casas en alquiler. Si espera que se pueda acometer una obra en La Carbayera de Roces, en la que se iba a asfaltar un tramo.

En Santurio, explica José Luis Pérez, están "en guerra con la avispa asiáticas". Han recogido cinco nidos en los que va de año y los vecinos "están muy volcados". Serín, dice Luis Junquera, quiere reformar su local social y su falta de saneamiento "no tiene sentido" por estar pegados a Carreño, que sí tiene. Por la zona, añade, "sí hay varias casas en venta". Xuan Pandiella, de Vega, también recalca la limpieza de caminos y mantenimiento general.

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