Antón Capitel es arquitecto y catedrático de Proyectos de la Escuela Superior de Arquitectura de la Universidad Politécnica de Madrid. Ha sido Inspector General de Monumentos del Estado y director de la revista Arquitectura del Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid, y es un amplio conocedor de la Laboral, su intrahistoria y el valor de un complejo que sufre de humedades en la iglesia que son vistas por muchos como un riesgo para la integridad del edificio.
- ¿Se tiene en poca consideración a la Universidad Laboral?
-Yo creo que se le tiene mucha consideración, de hecho, es Bien de Interés Cultural, una declaración que se hizo desde Asturias. Nadie les obligaba a declararlo. Pero sí es cierto que con esta declaración Asturias asumió un monumento enorme cuyo mantenimiento es muy caro. De todos modos ya se hizo la transformación en el centro cultural, y si ahora hay que hacer una reparación de una cubierta en la iglesia, no es una cosa del otro jueves. No creo que la Laboral en su conjunto esté mal, porque se hicieron muchas obras hace relativamente poco. Es cierto que tiene una cantidad de cubiertas impresionante, ya no sólo la capilla, sino todo el edificio. Y las cubiertas, encima de pizarra, siempre habrá que revisarlas como mínimo cada diez años.
- Pero la licitación de las obras quedó desierta...
-Pues será una cuestión de subir el precio. Los responsables de Patrimonio y los arquitectos tendrán que valorar el presupuesto. Cuando yo estaba en Bellas Artes en Madrid con el cargo de Inspector General de Monumentos del Estado recuerdo que se hacían operaciones de emergencia, una pequeña memoria cuando corría mucha prisa cuando el monumento esté en peligro de deterioro. Y si las licitaciones quedaban desiertas y había que hacerlas a la fuerza, el propio ministerio subía automáticamente el presupuesto y la volvía a sacar a contrata. No veo por qué ahora no se puede hacer lo mismo.
- ¿Podrían hacer más las administraciones?
-Supongo que sí, si bien todas estas cosas dependen de la intervención y de la ley de contratos del Estado. En mis tiempos tuve que pelearme mucho con el interventor, es cuestión de insistir. Lo que es seguro es que se puede sacar adelante el proyecto de rehabilitación porque el monumento es propiedad de la administración. Yo creo que no fueron conscientes de las obligaciones que adquirieron al declarar BIC la Laboral, aunque no quedaba otro remedio. Se debería contar desde la administración regional con una partida para afrontar reparaciones y revisiones, porque un edificio cuya propiedad es de la administración, lo tiene que mantener. Pero lo que se puede hacer es devolver el proyecto para actualizar el presupuesto y subir el precio. Tampoco se tarda tanto en ese trámite, y cuanto más se tarde en hacerlo, más riesgo para el edifico.
- ¿Corre el riesgo de hundirse la cúpula de la iglesia como advierten los antiguos alumnos?
-No, es un disparate. Para que la cúpula se caiga hay que derribarla. En términos generales cualquier edificio tiende a estar en pie. Me resulta muy extraño que cada año se hunda 26 milímetros... hay que aclarar qué es lo que se hunde, porque si verdaderamente hay grietas de 2,6 centímetros, estaríamos hablando de un problema de cimentación terrible. Los arcos, al estar cruzados, si se mueven temblarían, es muy raro. Me fío de las mediciones de la Universidad, pero si realmente se ha movido como dicen los arcos estarían quebrando, y no parece el caso. En todo caso necesitamos un estudio a fondo de los arcos y las grietas y fisuras, no es una tarea demasiado compleja. Caer no se va a caer, eso es un disparate. Si hubiera un peligro grave se vería, sería necesario que la Universidad siga haciendo mediciones para ver si hay grietas y de qué dimensiones. Que haya humedades y desconchones habrá que revocar y pintar, pero no se cae.
- ¿Qué solución de urgencia ve más factible para evitar problemas?
-Estamos hablando de un retejo y de eliminar las humedades. Habrá que retirar la pizarra, volver a ponerla, y una vez renovada hay que revocar y pintar. Es una obra que no es para tanto, son operaciones relativamente corrientes.
- ¿Cómo influiría la declaración de la Laboral como Patrimonio de la Humanidad?
-El Estado asumiría la responsabilidad de la conservación, si bien a las comunidades no suele gustarles mucho porque pierden la custodia de los bienes. Pero lo bueno es que el Estado puede invertir, tendría cierta obligación en su conservación. Pero de todos modos yo creo que esa declaración no se va a producir nunca, la Laboral no se puede quitar de encima que fue franquista y clasicista cuando lo importante era lo moderno. Es una sombra que tiene encima, pese a todo el valor que tiene. Fuera de España todo lo que tenga tufo a franquismo no va a salir adelante. Creo que es inútil aspirar a esa declaración.
