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Los comercios, tras abrirse el eje peatonal de Begoña: "Sin coches va a ser la ruina"

La primera jornada del corredor hasta el Muro se salda con vehículos aparcados en doble fila y con la indiferencia vecinal: "No queda bien"

Los primeros peatones estrenando la senda peatonal en la calle Ruiz Gómez. MARCOS LEÓN

"¿Tanta espera para esto?". La apertura del anunciado corredor peatonal que une Begoña con el Muro a través de las calles Covadonga, Ruiz Gómez y Caridad, sorprendió ayer a vecinos y conductores. Se esperaban, dice, "algo más bonito". La reforma, que consistió en eliminar las plazas de aparcamiento de las dos últimas calles citadas (la primera ya era semipeatonal) para crear sendas peatonales que emulan los diseños coloridos del Muro de San Lorenzo, se queda corta para unos y resulta innecesaria para otros, pero inquieta especialmente al comercio local, que teme que, si ni viandantes ni vehículos ven atractivo el diseño, estos opten por otras calles y ellos se queden sin clientela. "Necesitamos que nos aclaren si van a dejar hacer paradas breves con vehículos para carga y descarga. Si no es así, va a ser la ruina", adelanta Noelia Cañal, que regenta una tienda de decoración en Ruiz Gómez.

José María Almodóvar, residente del barrio, explica que estas calles están "más transitadas en invierno". "Hay mucho padres con niños y antes solían parar mucho ahí donde el colegio (el San Vicente de Paúl) y ahora no sé cómo van a hacer. Para los que tenemos coche, esto es un poco complicado. Yo ya dejo en mío donde el Piles", reconoce. Sí aplaude, no obstante, que se siga permitiendo el paso de vehículos. "Creo que muchos nos habíamos imaginado que lo iban a cerrar del todo y eso supondría que gente como yo quedásemos casi aislados. Está bien, es una medida intermedia", opina.

Otros residentes creen que la medida, por abogar por el modelo semipeatonal, "no va a dejar contentos a ninguno". "Los que tienen coches no van a querer pasar por aquí porque no pueden aparcar y los que quieran pasear o hacer deporte no van a venir porque saben que pueden pasar los coches", comentaba ayer un grupo de residentes, que bromeaban diciendo que las nueva sendas son "como las del Muro, pero en cutre; no quedan bien". Se imaginaban, dicen, que las aceras se fuesen a rebajar al completo para igualar las alturas y que el entramado sería de adoquines, no los parches de colores que ya llevan semanas instalados en paseo de San Lorenzo. "Suponemos que esto es algo provisional y que por eso no ha quedado nada curioso, pero para colorear la calle no se entiende que se haya tardado tanto. Llevamos semanas con ruidos y contenedores de materiales por la zona", aclaran.

Más vecinos como Alfonso López, que llevaba ayer su carrito de la compra por la nueva senda colorida de Ruiz Gómez, sí entienden que la peatonalización del corredor no podía apostar por una gran reforma si la idea no es, de momento, que la medida sea permanente. "Ya que es provisional, pues tendrá que valer, pero sí quedaría todo mejor si se igualase la ampliación de las aceras con las que ya había. Con estos bordillos tiene que ir o por un sitio o por otro", razona.

En realidad, ayer ya había varios vehículos en doble fila estacionados en los nuevos tramos peatonales -sin que los usuarios tuviesen muy claro si se podía o no- y fueron muchos los conductores que, de la que enfilaban por Marqués de Casa Valdés, descubrían sobre la marcha que ahora sí podían hacer el giro a la izquierda. Para Cañal, estas dudas prueban que muchos usuarios no saben todavía que ya puedan pasar con su vehículo por estas calles y que, incluso cuando lo sepan y vuelvan a incluirlas en sus rutas, podrán ignorarlas al no poder estacionar. "Solo esperamos que permitan la carga y descargar. Tenía clientes que entraban a la tienda porque habían aparcado cerca. Nos partieron el verano con estas obras porque dejaron aquí material para reformar otras zonas y, en realidad, lo de aquí lo podrían haber ventilado en una semana. Nos tuvieron esperando desde la primera semana de agosto y no se ve mucho cambio", asegura.

Por otra parte, el colectivo Stopmuro explica ahora que, tras leerse uno de los últimos informes del Observatorio de la Salud de Asturias, dejar el Muro como estaba "presumiblemente no tiene mucho riesgo" a la hora de contraer el coronavirus. Alegan que los lugares con más peligro de contagios son viajes, reuniones y fiestas, pero no los paseos al aire libre, y que además en el entorno de San Lorenzo "no se realizan concentraciones de personas". También afirman que la distancia de seguridad "es muy probable que al andar por el Muro se mantenga una distancia superior entre viandantes" y que practicar deporte "con o sin mascarilla" por la zona "presumiblemente" tampoco tiene "mucho riesgo".

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