Las labores para la recuperación del refugio antiaéreo de Cimadevilla arrancaron ayer con la limpieza del espacio al tiempo que se ha puesto en marcha un estudio de documentación topográfica y fotogramétrica que realizará el equipo de investigación en geomática, topografía y cartografía de la Universidad de Oviedo.

Los trabajos se enmarcan en el proyecto de Recuperación de la Memoria Histórica. En el verano de 1937 se intensificaron los bombardeos sobre Gijón, con la llegada de la Legión Cóndor, que los nazis habían enviado en apoyo de Franco. Los ataques aéreos se sucedieron casi todos los días hasta el final de la guerra.

El Departamento de Obras Públicas había comenzado previamente a construir varios refugios antiaéreos a petición del Ayuntamiento, para proteger a la población. De los siete que constan documentados, la mayoría en portales o sótanos de inmuebles y ya desaparecidos, sólo se conservan con las características propias de estas estructuras, el "Refugio antiaéreo de Cimadevilla" (Calle Alvargonzález) construido entre finales de 1936 y principios de 1937, siendo el de mayores dimensiones de Gijón, con 150 metros de largo, 1,5 de ancho y una altura media de 3 metros.

Una vez finalizados los trabajos del área de cartografía, se procederá a realizar los estudios sobre la resistencia de los materiales y de la estructura del interior del refugio. La secuencia de las tareas se adaptará, a los hallazgos que pudieran realizarse, entre otros factores.